La hacienda embrujada más famosa de Yucatán
Una maldición, posible origen de las manifestaciones paranormales en antigua propiedad cercana a Mérida.
Jorge Moreno/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- María Tun pide que hablemos de los “espantos en la hacienda de Cholul”, un sitio que fue considerado desde varias décadas atrás como el más famoso sitio embrujado, visitado por todos.
Su nombre real es exhacienda Cancabchén Casares de Sitpach, pero se le conoce popularmente como hacienda de Cholul, debido a que a que colinda con este poblado.
Se han dicho muchas cosas sobre este sitio, el cual, siglos antes, se dedicó a la producción de henequén y perteneció a la familia Casares, que la dejó abandonada, lo que propició que poco a poco fuera saqueada y desvalijada. Al día de hoy hasta sus techos se han derrumbado.
Lo primero que se empezó a decir de este lugar es que ahí se practicaban ritos satánicos, sin embargo, luego de una investigación que hice en el año 2003, descubrí que eso es lo que menos ocurre, es decir, a principios de los ochentas sí se tuvieron informes de que una secta acudía a este lugar, las propias autoridades lo confirmaron, pero cuando el caso se hizo público, emigraron a otro sitio.
La exhacienda era muy popular entre los adolescentes de familias acomodadas y no tanto, que iban ahí a que los 'asustaran' y de paso, a divertirse con alcohol, drogas y sexo. Fue un verdadero dolor de cabeza para la policía de ese entonces poner orden, ya que aparte del ruido y destrozos que cometían; también apedreaban a los pobladores cuando pasaban frente al caserón, ya que era paso obligado para entrar a Sitpach.
Pese a todo este ambiente festivo y de 'emoción' por estar en un lugar abandonado y oscuro, había personas que juraban haber visto fantasmas y tenido experiencias paranormales. Los medios de comunicación en ese entonces ya daban cobertura a los sucesos extraños que ahí ocurrían, independientemente de la nota policiaca que con frecuencia publicaban cuando se detenía a los jóvenes borrachos.
En el año 2003, cuando iba a iniciar con la revista Misterios, decidí que el primer reportaje debería ser sobre este lugar, por lo que lo visité por primera vez y también entrevisté a las autoridades municipales y ejidales tanto de Sitpach como de Cholul, así como a personas antiguas que trabajaron en la hacienda o bien conocieron de cerca el movimiento.
Reportes fidedignos
Encontré información fidedigna sobre los orígenes de la hacienda y de descubrí que eran reales varios reportes de las apariciones fantasmales; el suceso más repetitivo era con relación a la silueta de una persona de sexo masculino que veían rondando en el segundo piso y en los patios de este lugar.
Cuando tomé fotos, vi que en al menos tres de las imágenes aparecían pequeños rostros de aspecto demoniaco, los cuales en su momento publicamos en la revista; de hecho eran pequeños y no nos dimos cuenta en primera instancia, pero la prueba más impactante que pude obtener vino un año después.
En esa ocasión grabamos video y también tomamos fotos con una cámara convencional; a los dos días que se revelaron las imágenes, en una de ellas (tomada en la planta alta) aparece de forma grande y clara una especie de calavera formada con lo que parece ser humo, pero en ese momento no había nada ahí.
Por más vueltas que le dimos, recordamos que ese día no había neblina, tempoco humo de cigarro o alguna otra situación que pudiera tener una explicación.
Continué las investigaciones y descubrí que el capataz de la hacienda, de nombre José, había muerto en la habitación donde tomé la foto, por lo que supuse que podría tener una relación con el rostro cadavérico que capté.
En posteriores visitas pude entrevistar a más personas relacionadas con la exhacienda que confirmaron no sólo la existencia de José, sino también de su trágica muerte. De hecho, según dicen, a raíz de esto, debido a que su familia practicaba la hechicería, maldijeron a los dueños de la casona para que les fuera mal…
Casualidad o no, a partir de ese entonces decayó la hacienda hasta ser abandonada por los dueños, dejando incluso varios muebles, que a los pocos meses fueron presa de saqueadores y vándalos.