La lengua maya, un asunto de ley
Verónica Rodríguez: La lengua maya, un asunto de ley
Para los antiguos mayas, la mujer se situaba en primer orden como se puede observar en las estructuras sociales basadas en el matrilinaje que, según Landa, consistía en que “sólo podrían contraer matrimonio con todos los parientes de parte de la madre, y no así del padre, porque era mal visto”. Asimismo, otorgaban a sus hijos su apellido antes que el del padre, quizá por eso a la lengua originaria se le llama lengua materna, pues es de ella que viene el conocimiento primero, pero también el conocimiento continuo. Sin embargo, con los conquistadores, llegó también el cristianismo y con éste los prejuicios contra la mujer, mismos que se encrudecieron contra la mujer indígena y, lamentablemente, muchos de estos se han mantenido a lo largo del tiempo.
Así, una de las herencias culturales más importantes y perdurables de nuestras madres está implícita en la lengua, que nos proporciona las herramientas para aprehender y expresar el entorno. Nuestra lengua materna, esa con la que aprendemos a hablar, es la que nos conecta con nuestro linaje, así como nos ayuda a entender qué y quiénes somos ante el mundo. El problema está cuando el territorio aún está colonizado y nos hacen sentir que una lengua es mejor que otra, que hay lenguas que valen y otras que no. Es así como comenzamos a avergonzarnos de nuestra lengua, de pronunciar las palabras con las que aprendimos a comunicarnos con nuestras madres y abuelas.
Sin embargo, el uso de la lengua maya en un territorio multicultural que es habitado por los hablantes de la segunda lengua originaria más hablada de México que es la maya, no es un simple recurso cultural, sino un asunto de ley, un derecho legislado y aprobado desde el 13 de marzo de 2003 como la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Originarios, a partir de la cual, las instituciones están precisadas a generar estrategias para refuncionalizar las lenguas originarias, en el caso específico del estado de Yucatán, con miras a atender a la población bilingüe maya-español y aquella que sólo habla maya.
Sobre este tema el Centro Estatal de Capacitación, Investigación y Difusión Humanística de Yucatán (Cecidhy) ha preparado un ciclo de conferencias titulado “Mayat’aan tu Táan u NojA’almajt’aanil u páajtalil u T’a’anal Máasewal T’aano’ob. La lengua maya ante la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas”, el cual inició con el pasado 16 de febrero con el Dr. Fidencio Briceño Che, director del Cecidhy. Continúan los conferencistas Bertha Pech Polanco, el 23 de febrero; Feliciano Sánchez Chan, el 2 de marzo, y Jemina Peraza Chan, el 9 de marzo, a las 17:00 horas en la biblioteca del CENTRO INAH-Yucatán.
Defender el uso de la lengua maya no es pugnar porque se adorne un discurso político o se cante en un concurso de himno nacional; sino que se generen las condiciones para que en la práctica sean respetados sus hablantes y tratados de forma igualitaria, en las mismas condiciones ciudadanas en materia de educación, salud y justicia, y sin discriminación alguna, puesto que la lengua maya es reconocida, desde 2003, como una de las lenguas nacionales del Estado mexicano.