El poder de la mente
David Ojeda: El poder de la mente
Llegó un paciente a urgencias en ambulancia de traslado desde otro hospital. Lo enviaban dado que presentaba convulsiones pese a que le habían colocado varios medicamentos para ello, incluso, muchos de ellos calmantes, pero el paciente seguía con movimientos abruptos de manos y piernas.
Al arribar, inmediatamente le pregunté al paciente cómo se encontraba, sin obtener respuesta, observé sus pupilas buscando reflejos y fue como si activara un botón, el paciente empezó con más temblores, lo cual nos puso en alerta a las enfermeras y a su servidor.
Nos alejamos por un momento del paciente y sus convulsiones cesaron, nuevamente me acerqué, le pregunté cómo se encontraba y volvió a convulsionar mucho más fuerte que antes. Les hablé a sus familiares, quienes comentaron que las “crisis convulsivas” iniciaron posterior a una pelea verbal que tuvo con su esposa.
Ahí fue en donde se nos abrieron los ojos, esas convulsiones no eran generadas por algún mal en el cerebro, se producían por el poder de la mente y una fuerte crisis de pánico. Esto lo había observado en otras ocasiones, he visto pacientes que llegan desmayados o con un dolor muy fuerte en el pecho simulando un infarto, incluso, he observado que llegan en estado de catatonia. Todo esto por crisis de ansiedad por agorafobia o por miedo.
Así de poderosa es la mente, todo esto ocurre en el organismo de manera involuntaria pero ¿qué tanto podríamos lograr en nuestro cuerpo de manera voluntaria?, ¿qué pasaría si enfocamos toda nuestra mente en una meta positiva?
El cerebro es sumamente poderoso, sin duda la atracción personal existe, no por nada la ciencia ha explorado la hipnosis como un camino hacia el fortalecimiento y puede ser que todo esto sea lo que haga funcionar los famosos mantras. Tenemos la capacidad de atraer nuestro futuro.
Si vamos al trabajo hartos del empleo sin duda tendremos un mal día, pero si vamos con alegría y objetivos seguramente lo lograremos.
La actitud positiva es una herramienta para el crecimiento personal, no solamente se trata de crear una meta, sino enfocarnos en ella y ponerla en marcha desde nuestra mente.
Ya lo he escrito antes, el destino no es lo que te va a pasar, es lo que harás que suceda, y para que las cosas pasen, hay que creerlas posibles de pasar. ¿Qué harás que suceda hoy?