Ansiedad vs estrés

Columna de David R. Ojeda Correa: Ansiedad vs estrés

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Vivir con miedo no es normal, pero mucha gente cree estar acostumbrada, confundiendo lo natural del estrés con un padecimiento que le genera dolores musculares, como de espalda o el cuello, palpitaciones cardiacas, entumecimiento de las manos, sensaciones de desvanecimiento, e incluso, dolencias de barriga, diarrea constante y sensación de inflamación.

Hay personas que creen que es natural quedarse por largo rato tratando de conciliar el sueño durante la noche o generar ideas catastróficas sin sentido. Lo anterior nos lleva a cuestionar si estamos viviendo con ansiedad o estrés. Incluyamos en este tema también a los terribles nervios, que no son tan terribles, ya que se tratan de la preparación del organismo frente a una situación para poder estar alertas y preparados para ello. No es lo mismo tener miedo a una situación, que sentir nervios o estrés.

El miedo es temor, necesidad de huir; los nervios, por contraparte, son la capacidad de hacer mejor las cosas. El estrés, también es una respuesta hacia algo que está por suceder o está sucediendo, es un estado crónico de nerviosismo, el cual, puede convertirse en algo malo cuando genera síndromes como el burnout o también puede ser positivo ya que te invita a realizar bien y a tiempo cierta actividad.

Un sinónimo del nerviosismo es la ansiedad adaptativa, pero no un trastorno de ansiedad. La ansiedad adaptativa es la preparación del organismo frente a algo que puede incomodarnos, como hablar en público o presentar un examen, nos dan síntomas de ansiedad como náuseas, dolor abdominal, palpitaciones, pensamientos negativos, entre otros.

Pero, estos desaparecen al estar ya frente al estímulo, como por ejemplo, mientras ya se está presentando el examen. La ansiedad patológica o el trastorno de ansiedad se trata de un estrés tan crónico que genera sensaciones constantes de daño en otras partes del cuerpo. Sin esos síntomas de nerviosismo, estrés o ansiedad, pero constantes. Es un miedo incoherente, una sensación de que algo malo va a pasar y muchas veces sin la presencia de un estímulo o una causa.

El manual de desórdenes mentales (DSM-5) dice que tiene un trastorno de ansiedad cualquier persona con dificultad para controlar las preocupaciones la mayor parte de los últimos seis meses. Las preocupaciones también se deben asociar a tres o más de los siguientes síntomas: Agitación o nerviosismo, facilidad para fatigarse, dificultades para concentrarse, irritabilidad, tensión muscular y trastornos del sueño.

Puedes darte una idea de si presentas ansiedad o estrés por medio de un valioso test llamado GAD 7 que empleamos en Psicología y Medicina. Es necesario comentar que todas las personas con ansiedad leve requieren de psicoterapia para vencerla y que, las terapias de relajación, reiki, yoga, entre otras, no son una cura sino un parche de mientras tanto.

Y si resulta que tienes ansiedad moderada o severa, además de la terapia, será importante iniciar con tratamiento farmacológico, el cual, según las guías de práctica clínica no deben de empezarse con “medicamentos naturales”.

Los trastornos de ansiedad, de no ser tratados, pueden llevar a un culmen como cualquier otro padecimiento del cuerpo: la muerte. La mejor forma de evitarlo es detectando y haciendo psicoterapia, ¡ahí nos vemos!

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