Un solo corazón

Columna de David R. Ojeda Correa: Un solo corazón

|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Tras la fecundación, aquel cúmulo de células pluripotenciales se unen a la pared del útero de la madre y, justamente en ese momento, empieza la conformación completa de un ser humano.

Desde el día uno inicia la formación de cada uno de los órganos siendo el corazón el primero en crearse observándose su compleja generación a las dos semanas del embarazo, usualmente mucho antes de que la madre pueda enterarse que está embarazada. Este corazón funciona completamente entre las cuatro y ocho semanas siendo incluso capaz de escucharse fuera del cuerpo de la madre.

Lo interesante aquí, es que madre e hijo ocupan un mismo corazón durante el principio del embarazo (y en sentido figurado el resto de la vida del hijo). Lo anterior me pone la piel chinita, no sólo por saber que mi mamá y yo compartimos un lazo tan grande para que pudiera vivir, me prestó literalmente su corazón, sino que me doy cuenta que María, Madre de Jesucristo, lo tuvo en su vientre compartiendo este mismo lazo.

Esta semana se cumplieron veinte años de la fundación del Instituto Superior de Estudios Guadalupanos (ISEG), la única organización aprobada por el Vaticano para la investigación de la Virgen de Guadalupe y los milagros en torno a Ella. Gracias a esta organización hemos podido conocer tanto sobre la Virgen de Guadalupe y San Juan Diego, desde la Historia hasta las ciencias exactas, demostrándonos que Nuestra Madre no solamente se apareció en 1531, sino que continúa presente aquí con nosotros.

Nunca se ha ido, aún nos tiene mensajes dentro de su imagen que poco a poco vamos descubriendo, mensajes de su amor… “su amor persona” Jesucristo a quien trae en su vientre al momento de la impregnación. María es una palabra proveniente del antiguo Egipto.

La primera vez que se contempla esta palabra es justamente en el antiguo testamento con Mariam, hermana de José. La M mayúscula significa cielo y la M minúscula significa agua, significando entonces “María” quien junta el cielo y la tierra.

Guadalupe, por otro lado, nombre que Ella se dio tras su aparición, proviene del árabe y significa “el cauce que lleva el río”, por tanto María de Guadalupe es la mujer que une el cielo y la tierra siendo un cauce que trae al río, su hijo Jesús.

El ISEG cuenta con dos sedes, una en la Basílica de Guadalupe y la otra en la ciudad de Mérida, teniendo sus oficinas en el Centro Guadalupano de promoción social en la colonia Yucalpetén, donde resguardan una réplica de la Virgen de Guadalupe y la única réplica de la Sábana Santa de Turín que hay en Latinoamérica.

El “campus Mérida” se encarga de la investigación de la Virgen de Guadalupe desde el punto de vista de las ciencias exactas y hemos, puesto que gozo de la bendición de ser parte del grupo de investigadores, podido realizar estudios en Astronomía, Geometría, Geografía, Música, Medicina, entre otros.

Concluyo enviando un enorme abrazo y felicitación al director general del ISEG, el canónigo Dr. Eduardo Chávez, y al director del campus Mérida Fernando Ojeda Llanes, así como a todo el equipo que ha dado tanto de sí para el favor de Nuestra Madre.

Lo más leído

skeleton





skeleton