Yucateco Distinguido
Columna de David R. Ojeda Correa: Yucateco Distinguido
El Gobierno del Estado de Yucatán, a través de la Secretaría de Educación, lanzó la condecoración Yucateco Distinguido, con la cual celebra a las personas que se han destacado en pro de la sociedad yucateca.
Este premio ha tenido varías críticas, en especial debido a que ha sido promovido por el secretario Liborio Vidal, quien ha expresado su interés por la candidatura gubernamental.
Resultaría entonces una idea magnífica acercarte de una manera inteligente a las personas destacadas y con voz de Yucatán para crecer políticamente, sin embargo, esto queda en el plano de la interpretación, que aunque es muy posible, a ciencia cierta no se sabe, generando, por tanto, que la condecoración tenga todavía mucha importancia.
La relevancia de aplaudirle a quien honor merece. El pasado 20 de julio recibí la dicha de obtener esta medalla, tuve la oportunidad de estar en el presídium junto con 10 galardonados y otros 170, aproximadamente, que estuvieron en las butacas del Gran Museo del Mundo Maya.
Intentando evitar que parezca que me autocelebro con este artículo, quiero platicarles de cómo abrí los ojos gracias a esta medalla, la cual me entregaron, entre otras cosas, en representación de los médicos que laboramos durante la pandemia de Covid-19 en las áreas de alto riesgo.
Dicho trabajo lo había mirado como un deber vocacional, pero que en retrospectiva resultó ser muy costoso emocionalmente y muy delicado, además de riesgoso de manera física, llevándome al contagio de la enfermedad ya por cinco ocasiones, puesto que, no importa que tanto te cuides, es muy difícil que siempre te logres defender tras ver tantos pacientes.
El estar dentro del área Covid me alejó de mi familia, tuve que salirme de la casa para evitar contagiarlos, no fui el único médico en hacerlo. También me trajo muchas enseñanzas, me hizo un mejor galeno, más paciente con los pacientes y más habilidoso de mis sentidos para escuchar, palpar y observar. Descubriéndome, también observo lo valioso que pueden ser muchas personas que generan un cambio diario en la sociedad, lo que pareciera parte de un deber.
Cuántas personas que, sin ellas, las cosas no sucederían, como la policía, los bomberos, paramédicos, enfermeros, intendentes y organizaciones no gubernamentales que tanto amor dan a las personas, animales o medio ambiente.
Yucatecos que dan su vida por la educación, por la seguridad, por la existencia de los demás que solamente se quedan sentados recibiendo. Con lo anterior, celebro enormemente a todos los yucatecos y yucatecas distinguidas, ya sea que lleven una trayectoria corta o larga; ya sea que piensen que merecen o no su distinción.
Todos somos importantes, todos formamos un mejor Estado, un mejor lugar para vivir, el lugar más seguro de México, el que tiene mejor gastronomía, el que tiene una riqueza cultural incomparable… Felicidades a todos los YUCATECOS DISTINGUIDOS, a los que tienen su medalla, a los que se las pondrán y a los que han olvidado.