La Ómicron produce gazapos
Felipe Escalante: La Ómicron produce gazapos
Buenos días, apreciados lectores. Como si hubieran sido invadidas por la variante Ómicron del malhadado coronavirus, en las redacciones de los periódicos se ha desatado un contagio severo de muchos errores gramaticales. En tres secciones de un periódico yucateco vemos otros tantos gazapos de sus redactores. Emprendamos la cacería.
LO ABORDARON A UNA CAMIONETA. En la sección Política y Gobierno del diario mencionado leemos: “El hombre estaba sentado bajo la marquesina de un edificio departamental ubicado a unos cuantos metros de la Plaza de Toros de Mérida”. Y por su actitud sospechosa, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública “le colocaron unas esposas en las muñecas y lo abordaron a una camioneta para luego trasladarlo a la SSP”. El Diccionario define abordar como “Llegar una embarcación a otra, chocar o tocar con ella, ya sea para embestirla, ya para cualquier otro fin. 2. Atracar una nave a un desembarcadero, muelle o batería”. Son sinónimos de abordar chocar, topar, sacudir, aproximarse, tocarse, unirse, y en sentido figurado afrontar, acometer, ir al grano o ceñirse al asunto. Si usamos la voz “abordar” en lugar de “subir a”, o también “entrar a”, cometemos una impropiedad gramatical.
LAPIDACIÓN A PEDRADAS. La sección local del propio periódico informa la situación del fraccionamiento Flamboyanes del bello puerto de Progreso. Según el diario, ahí “son constantes los pleitos, enfrentamientos de bandas, crímenes, ajustes de cuentas entre narcomenudistas, robos a casas habitación, lapidación a pedradas y hasta a patrullas”. ¡Qué extraño que los gamberros lapiden a pedradas! ¿Podrían emplear como proyectiles huevos, tomates u otros semejantes? ¡Pues, no! El lexicón es contundente: en la lapidación se arrojan precisamente piedras y no otros objetos. Nuevo pleonasmo.
INMORTAL VIVIENTE. Ahora le toca a la sección deportiva del mismo diario. En la emotiva remembranza del ascenso hace 50 años de Miguel Canto como campeón nacional de peso mosca, se menciona a los periodistas encargados de cubrir esa función de boxeo: el cronista Juan Brea (Felipe Escalante Ruz) y el fotógrafo Isidro Ávila Villacís, a quien el diario llama “un inmortal viviente del periodismo yucateco”. Si D. Isidro es un inmortal, se entiende que es un ser viviente, no hay necesidad de repetir conceptos. Debe decirse que el hombre es un destacado periodista (no un inmortal) aún vivo. De lo contrario, habría que precisar que don Juan Brea (mi padre) es un inmortal muerto. ¡Qué cosa! Un barbarismo, sin duda.
HISTÓRICA PENA HISTÓRICA. El estimado amigo Fernando Río Rosado nos envía una noticia captada en un periódico digital, referente a la sanción impuesta a un múltiple homicida. El título dice así: “Haría historia, con una pena histórica de más de 100 años de cárcel, por seis delitos graves”. ¡Ajá!, nos comenta don Fernando, estamos en presencia de una histórica pena histórica. Un pleonasmo más. ¡Qué contagio entre los redactores! El tirahule no perdona a los infectados: una ráfaga de pedruscos derriba los cuatro gazapos, los guardamos en el amplio sabucán y concluimos la excursión cinegética de hoy. Hasta el próximo tirahulazo.