Cada 22 de marzo se conmemora el Día Mundial del Agua en la búsqueda de concientizar sobre su importancia y no sólo para la humanidad; este año en particular la Organización de las Naciones Unidas propone una campaña en redes sociales con el objetivo de generar conversaciones, conocer opiniones y comentarios de personas de todo el mundo sobre el significado del agua para cada uno.

Me parece que no todos le damos la importancia a la facilidad que tenemos de abrir la llave y encontrar el líquido disponible, más en tiempo de pandemia, en el que su uso se ha multiplicado para seguir uno de los principales consejos de la Organización Mundial de la Salud de lavarnos las manos lo más frecuentemente posible.

Según la Comisión Nacional del Agua, en México el 76 por ciento del líquido se utiliza en la agricultura, 14 por ciento en el abastecimiento público, 5 por ciento en las termoeléctricas y 5 por ciento en la industria.

Mientras el INEGI indica que de las 30.2 millones de hectáreas clasificadas como superficie agrícola en México, apenas 5.6 millones son de riego, es decir 18.5 por ciento.

Tendríamos que considerar que el valor no sólo es económico, sino que la disponibilidad cada día es menor y por tanto se invierte mayor cantidad de recursos para tener disponible el líquido no sólo en las viviendas, los negocios, las escuelas, sino en muchas actividades en las que su uso es simplemente indispensable.

En abril próximo se realizará en Chile el primer Agricultural Water Summit, organizado para analizar su situación nacional y buscar soluciones, innovaciones, asi como tecnología para disminuir sus problemas relacionados con el abastecimiento del agua a fin de tener un uso más eficiente.

El líquido en el mundo cada día tiene más costo, pero el valor es una correspondencia distinta, ya que hablamos de salud, higiene, pero también de productividad, alimentación y más temas.

Debemos recordar que los Objetivos del Desarrollo Sostenible para 2030 consideran el agua como uno de los asuntos primordiales, ya que buscan reducir las desigualdades, erradicar la pobreza, tomar medidas frente al cambio climático, así como garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa.

El reparto del agua indica que tres de cada diez personas en el mundo no tienen acceso al líquido y se esperaría que para 2050 al menos el 25 por ciento de la población en el planeta viva en países afectados por la escasez.

A estas cifras hay que agregar la contaminación de los cuerpos de agua, la irresponsabilidad con la que muchos usamos este recurso, las formas en que se extraen, la destrucción de los ecosistemas, en fin.

Entonces el asunto es hacernos responsables desde nuestras trincheras del cuidado que podemos darle al agua en la utilización diaria, no es un objetivo fácil de cumplir, es una responsabilidad que trae una concientización.

Hoy por ello aprovecho que es lunes para felicitar a quienes como yo disfrutan la primavera. ¡Que sea feliz!