Una aparente paradoja sirvió de título principal a este periódico anteayer sábado, cuando en su portada se pudo leer claramente que, aunque el precio del petróleo crudo está por las nubes, México está exportando el volumen más bajo de ese producto en toda la historia de nuestro país.

Las cifras de la nota citada fueron proporcionadas por el coordinador de la práctica de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad, Óscar Ocampo, quien opinó además que "dejar de exportar petróleo es muy mala idea".

Como muchos saben, el petróleo fue durante decenios el principal puntal de los ingresos de la nación, y fue también, cómo no, el principal objeto de la codicia de gobernantes corruptos, desordenados y carentes de inteligencia económica.

Además se dejó pasar el tiempo sin que se invirtiera una parte de las ganancias en modernizar y hacer más eficiente el sistema de producción de combustibles de México.

Ahora, muchos expertos no entienden la apatía del Gobierno mexicano, que no aprovecha el alza de precio de los crudos que se extraen de nuestras tierras y mares.

No tenemos a mano el dato de en cuánto fijaron los legisladores mexicanos el precio del barril de petróleo que sirvió para calcular el presupuesto federal 2022, aunque nos parece que en 2020 ó 2021 se hicieron las cuentas con base en unos 40 dólares.

Ahora, con la guerra entre Rusia y Ucrania, la mezcla mexicana alcanzó el viernes pasado un precio de 119.62 dólares por