Las revelaciones del cráter de Chicxulub

Gail Christeson, investigadora de la Universidad de Texas en Austin, habló sobre los resultados de la expedición en Yucatán

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Gail Christeson, investigadora de la Universidad de Texas en Austin. (Foto: Facebook de Gail Christeson y Detlev van Ravenswaay Science Source)
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MÉRIDA, Yuc.- Cuando cayó el meteorito en lo que hoy es Chicxulub, Yucatán, hizo un enorme agujero y en minutos se formó el anillo máximo del cráter, momentos después el anillo de pico cerrado en 40 metros de roca fundida y en un día se desencadenó un tsunami, empezando así la extinción de los dinosaurios en el período Cenozoico.

“El tsunami alcanzó al cráter depositando en él arena fina y una capa que contenía fragmentos de carbón, lo que fue evidencia de incendios forestales producidos por el impacto. La coincidencia temporal de las perturbaciones ambientales modeladas con nuestro proyecto, como la oscuridad y enfriamiento, nos llevan a concluir que el impacto de Chicxulub llevó a la extinción masiva”, subrayó Gail Christeson, investigadora de la Universidad de Texas en Austin.

Christeson impartió en febrero pasado la conferencia Mapping the peak ring, resurge deposit and top of melt at the Chicxulub impact structure (Mapeo del anillo de pico, depósito de resurgimiento y parte superior de la masa fundida en la estructura de impacto de Chicxulub), en la que detalló que “el cráter de Chicxulub fue formado por un abrupto impacto inclinado desde el noreste. El modelo que hicimos indica una disminución de la presión de choque, así como derretimiento y levantamiento transitorio del borde del cráter”.

De acuerdo con información de El Colegio Nacional de Ciencias Exactas, Christeson habló sobre la Expedición 364 en el cráter de Chicxulub, considerado el mejor conservado en la Tierra. Recordó que la investigación se realizó en dos fases, la primera consistió en perforar parte del espacio y permitió recuperar más de 800 metros de roca, y la segunda en llevar los cilindros con rocas a la Universidad de Bremen, en Alemania, para estudiar sus características. “La perforación nos permitió recuperar rocas del cráter en la cima del anillo y luego pudimos usar datos geofísicos para mapear alrededor del cráter”, detalló.

Se considera que el cráter de Chicxulub, que tiene un diámetro aproximado de 200 kilómetros, fue formado por un objeto de más de 15 kilómetros de ancho que cayó hace 66 millones de años. Cuando se constituyó este agujero en la costa Poniente de Yucatán, su zona central rebotó y colapsó otra vez, lo que provocó en su interior la formación de un anillo de pico. La mayor parte del cráter se encuentra sepultado en el Golfo de México, a 600 metros de sedimentos, y el restante está cubierto por depósitos de tierra caliza.

Los resultados de Gail Christeson y su equipo de trabajo arrojaron que el anillo de pico de Chicxulub está compuesto por rocas de granito fracturadas y afectadas por un sistema hidrotermal, que fueron elevadas desde una profundidad cercana a los 10 kilómetros por el impacto. “Los datos sísmicos muestran un colapso radial hacia abajo y hacia adentro de la cavidad transitoria en el cráter externo, y un colapso hacia arriba y hacia afuera dentro de la región central estructuralmente levantada”, detalló.

Inédita perforación

Cabe recordar que el 5 de abril de 2006 zarpó de Progreso el buque-plataforma L/B “Myrtle” para llevar a cabo una inédita perforación submarina en la zona del cráter de Chicxulub. Tras arduo trabajo, en diciembre del mismo año se dieron a conocer los hallazgos de la Expedición 364 Cráter de Chicxulub K-Pg, cuya perforación de mil 335 metros dio como resultado 303 núcleos de roca recuperados para estudiar y confirmar la hipótesis sobre la formación del anillo de picos del impacto.

Buque plataforma Myrtle (Foto: Novedades)

El líder de los científicos mexicanos de la expedición, Jaime Urrutia Fucugauchi, y la Dra. Ligia Pérez-Cruz, ambos investigadores del Instituto de Geofísica de la UNAM, hablaron en ese entonces sobre la publicación acerca de la Expedición 364 en la revista Science, en la que se confirmó un modelo sobre la formación de anillos de pico que aporta una explicación de cómo pueden formarse cráteres en otros cuerpos planetarios.

Los estudios además planteaban que el impacto que se produjo hace 65.5 millones de años deformó las rocas anulares del pico del cráter de tal manera que las hizo más porosas, lo que favoreció que organismo simples prosperaran gracias a los nutrientes necesarios que obtuvieron por el agua circulante.

En el artículo se mencionaba que “la Tierra fue constantemente bombardeada por asteroides, y el equipo ha inferido que esto debió haber creado otras rocas con propiedades físicas similares, lo que, en parte, puede explicar cómo la vida se originó en la Tierra”.

De esta manera se resolvió uno de los tres temas de la Misión 364: la explicación sobre la formación de anillos de pico; pero falta por responder el tema de la habitabilidad, saber qué tipo de vida microbiana colonizó el anillo, así como de la recuperación del medio ambiente, para saber cómo fue que se estabilizó

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