Lavar dinero en casinos es 'mala apuesta' (gráfico)

Señalan que la carga de impuestos que se debe de cubrir hace casi imposible el “blanqueo” de los recursos.

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A los premios se les descuenta, por ley, un 7 por ciento. (Milenio Novedades)
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Jaime Tetzpa/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- La industria de los casinos en México no es el medio ideal para el “lavado de dinero” debido a la carga de impuestos que se debe cubrir, ya que por cada peso que ganan estos negocios prácticamente se paga 50 centavos a dependencias estatales y federales, afirma el presidente de la Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México (Aieja), Miguel Angel Ochoa Sánchez.

El ejecutivo recordó que en Yucatán actualmente operan ocho casinos y que con la entrada en vigor de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, conocida como “ley contra el lavado de dinero”, esos establecimientos ya cuentan con las estrategias para no verse involucrados en el posible ilícito.

Indicó que la ley fue publicada el 17 de noviembre del año pasado y entrará en vigor el próximo miércoles. Refirió que el periodo de noviembre a julio les permitió establecer los criterios, junto con la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para que los casinos colaboren con las autoridades, a fin de evitar el “lavado de dinero”. 

Puntualizó que los casinos no están en riesgo, como sucede en otros países, ya que en México hay dos factores que lo impiden: por un lado “el dinero que ingresa por apuesta en las cajas se regresa en efectivo, no a través de un cheque o algún documento de crédito que pudiera pasar por el sistema financiero y ‘limpiarlo’; la segunda es que en el país hay sólo 32 permisionarios con licencia, y las autoridades podrían detectarlos inmediatamente”.

Añadió que se han tomado cursos de capacitación, a través de la Secretaría de Hacienda y los institutos especializados en el tema de “blanqueo” de dinero, para asegurarse de que quienes vayan a apostar no caigan en alguna de las irregularidades que la ley considera.

Aclaró que si en una jugada deposita a su tarjeta 21 mil 600 pesos se le pedirá identificación, pero no se avisará a la (SHCP), aunque si deposita el doble, además de identificarse, el casino lo reportará a las autoridades.

Respecto a la prohibición del pago en efectivo de los premios superiores a 21 mil 600 pesos, dijo que la medida consistirá en otorgarlos a través de un cheque para depósito a cuenta del beneficiario o mediante transferencia bancaria, lo cual dependerá de las estrategias que hayan determinado los gerentes de las casas de apuestas.

Señaló que aunque no es imposible, “es complicado que el lavado de dinero ocurra en los casinos de México, y en caso de que así fuera, el Gobierno Federal tiene la autoridad para cancelar el permiso que vale varios millones de dólares, por lo que no creo que ninguno de los 32 permisionarios quiera correr el riesgo de perder su licencia”. 

La Aieja indica que son ocho casinos los que operan en Mérida, mismos que generan alrededor de dos mil 700 empleos directos y unos nueve mil 500 indirectos, con cuatro mil máquinas en funcionamiento, de las 90 mil que hay en el país.

Piden 4%

La Asociación de Permisionarios, Operadores y Proveedores de la Industria del Entretenimiento y Juego de Apuesta en México A.C. (Aieja) propone la creación de una Comisión Federal de Juegos con Apuestas y Sorteos como órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Gobernación, encargado de la expedición de permisos, la supervisión y la vigilancia.

Dicha comisión, considera, puede ser integrada por las secretarías de Gobernación, Economía, Turismo y Seguridad Pública, así como la Procuraduría General de la República, a fin de que los nuevos permisos no sean resueltos por una persona, sino por un colegiado.

También propone que se anulen los permisos múltiples, para que sean únicos e individuales, vinculados a un Proyecto de Desarrollo Regional.

En materia fiscal, sugieren que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) establezca impuestos que den certeza, promuevan el desarrollo y generen una mayor recaudación celebrando convenios con el Distrito Federal y los estados, para distribuirles parte de los impuestos que se cobren y no mantener gravámenes locales o municipales que deriven de la realización de juegos con apuestas y sorteos, o en su caso, que el establecido no exceda el 4 por ciento.

También prevé campañas para evitar la adicción compulsiva al juego.

Los depósitos
  • Los premios en efectivo mayores a 21 mil 600 pesos se cubrirán con depósito a cuenta de beneficiarios o interbancario. El dinero en efectivo que ingresa a las cajas se devuelve de la misma forma, no pasa por el sistema financiero.    
  • En algunos casinos de Mérida el jugador primero debe presentar su credencial del IFE para que le otorguen su tarjeta y pueda depositar la cantidad que desea apostar.

Enganchan a la gente con espectáculos y premios

La rifa de autos último modelo y atractivos premios económicos, sumados a la presentación de espectáculos musicales, así como un depósito similar a la cantidad que recargue en su tarjeta después de la una de la madrugada, son algunos de los ingredientes que utilizan los casinos para atraer nueva clientela y mantener a la que ya tienen cautiva.

En un día, la afluencia de jugadores a uno de los casinos ubicados en el norte de la ciudad es de 800 personas, las cuales tientan a la suerte, desde las ocho de la mañana hasta las cuatro de la madrugada del siguiente día.

Refrescos y botanas gratis, así como alimentos a bajo costo, forman parte del ambiente con sabor a fiesta que se recrea en los casinos. El sonido de las máquinas y las luces parpadeantes que brotan de sus pantallas se interponen en el camino mientras se dirige hacia los sanitarios o las cajas, si es que ganó algún premio, y desea cobrar, porque para “recargar” fondos a su tarjeta no es necesario abandonar su silla, las edecanes están pendientes de cualquier seña.

En las más de 300 máquinas que hay en la sala, la mayoría de los jugadores son gente madura; a cualquier hora del día se les pueden encontrar, porque son pensionados o jubilados.

La versión de que las máquinas ubicadas en la entrada de los establecimientos pagan más premios para enganchar a los novatos -afirman- es falsa, porque están programadas con un software al que no tienen acceso los empleados del casino, ya que eso lo controlan los proveedores de los equipos, es decir, empresas extranjeras.

Los empleados del casino sólo pueden abrir las máquinas –parecidas a los cajeros automáticos- cuando una tarjeta se traba, pero nada tiene que ver con el funcionamiento del programa. 

“Estar en el casino es mucho mejor que estar en casa, porque tienes la posibilidad de ganar dinero. Claro, todo depende de cuánto le inviertas o que realmente ese día te acompañe la suerte; eso sí, es recomendable si ganas, cobrar tu dinero y salirte, porque si te quedas, seguramente pierdes todo lo que ya tenías”, indicó Gabriel Tzab Pool, un profesor jubilado.

Otros casinos han realizado alianzas estratégicas con empresarios independientes para que el talento yucateco tenga un espacio para mostrar sus cualidades; la combinación de comedia y comidas ha sido la fórmula para marcar la diferencia con la competencia, señala Erik Noz Martínez, gerente de marketing de una casa de apuestas en Mérida. 

Un juego... con espectáculo 
  • En algunas casas de apuestas el público tiene acceso a espectáculos gratuitos, pues el hecho de cruzar la sala los puede motivar a “probar suerte”.
  • Encargados de casinos indican:  “Tratamos de darle difusión a los artistas locales, pero no se destina gran presupuesto a la contratación de figuras, pues no es el negocio directo”.
  • Señalan que es un espacio más de entretenimiento en el que se puede combinar el espectáculo con alimentos y bebidas para disfrutar el buffet y dar a conocer sus instalaciones.

En los juegos de azar… Hacienda también gana

Tan sólo en el primer trimestre del año, el gobierno de Yucatán retuvo a los ganadores de juegos de apuesta nueve millones 215 mil 526 pesos, equivalentes al siete por ciento de 131 millones 650 mil 371 pesos, cantidad pagada en premios por los casinos que operan en Mérida.

Cabe señalar que los casinos no pagan el impuesto, ya que si una persona gana premio, la empresa le retiene el siete por ciento del gravamen, mismo que traslada al Gobierno del Estado.

Cuando una persona pierde su dinero en los juegos, sobre ese dinero el casino pagará un impuesto a la Federación, una vez que haya cubierto sus gastos corrientes y se estime el monto de las utilidades netas.

El director de la agencia de Administración Fiscal del Gobierno del Estado, Carlos Pasos Novelo, señaló que la cantidad recaudada en el primer trimestre del año supera en un millón 702 mil 490 pesos lo recibido el año pasado, durante el mismo periodo.

“Esta recaudación es producto del cobro realizado a las casas de apuesta registradas ante el Gobierno estatal, y deriva de una disposición legal emanada de la Secretaría de Gobernación”, explicó.

Añadió que sin importar la cantidad que haya ganado un jugador, la retención del impuesto es del siete por ciento, ya que está estipulado en la ley, de manera que es algo que los asiduos a los casinos conocen, por tanto, al cobrar su premio saben que habrá un descuento.

En materia fiscal de carácter federal, los casinos pagan el 30 por ciento del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (realización de juegos con apuestas y sorteos) directamente a la Secretaría de Gobernación, a través de un proceso que se llama de conectividad con el Sistema de Administración Tributaria (SAT), ya que la dependencia está conectada con todos los casinos para determinar cuáles son las utilidades del día y sobre éstas pagan el gravamen.

El impuesto será determinado por el proceso de conexión que hay entre el SAT y el sistema central de cajas de cada casino. Posteriormente, se realizan auditorías para cerciorarse de que el gravamen haya sido pagado correctamente.

Si una persona carga a su tarjeta pero no la gasta se convierte en un acreedor para el casino, es decir, le deben ese dinero, pero podría o no regresar; entonces se requiere un proceso de concreción del gasto para que se hagan los pagos de impuestos sobre la utilidad neta, y eso lo determina el SAT.

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