|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

El acto de generosidad más grande que puedes hacer por ti y por los que te rodean es ser feliz. Curro Cañete

A veces olvidamos que la vida es una, que estamos de paso, que somos un instante, y que en cualquier momento se nos puede acabar el veinte, tal vez por ello solemos olvidar la importancia de la felicidad.

Y es que la verdadera felicidad no está en lo que normalmente creen muchas personas, ni en las adquisiciones, ni en el puesto laboral, ni en el auto nuevo, ni siquiera en la mejor residencia.

La auténtica felicidad es algo que se siente por dentro y te permite una sincronía entre lo que deseas, dices, haces y piensas. Nada ni nadie puede acceder a ella, no depende de alguien más que de uno mismo. "Nunca olvides que siempre tienes la felicidad a tu alcance. Solo hay una condición: no vayas en contra de ti, de tu yo verdadero o esencial, de tus deseos más profundos.

Porque si vas en contra de ti mismo y de lo que brota espontáneamente de ti, ¿cómo quieres alcanzar tu felicidad?", así lo expresa el autor Curro Cañete en su libro "El poder de confiar en ti".

No hay nada más cierto que lo que señala el autor, creo que cada individuo es responsable de su plenitud personal, por ello debe procurarla, alimentarla, perseverarla, hacerla crecer. Y para lograrlo es preciso y necesario tener fe y confianza en uno mismo.

Cuando una persona llega a confiar en otra es porque seguramente ha recibido de ella lealtad, amabilidad, comprensión, discreción, cariño, respeto y muchos otros gestos que en conjunto logran que se confíe, se crea y se tenga fe.

Para alcanzar la confianza en uno mismo se requiere exactamente lo mismo, que el individuo se abrace, se procure, se muestre lealtad y respeto, pero generalmente sucede lo contrario: se juzga, se insulta, se señala, se culpa, alejándose poco a poco de la confianza propia, y por lo consiguiente, de la felicidad.

"Viniste a ser feliz, no te distraigas", es otra de las poderosas frases que encontré en el libro de Curro, y hace alusión a las veces que la persona se deja llevar por lo que pasa afuera, lo que otros esperan y lo que la sociedad demanda, olvidando que su proyecto más importante es su felicidad y que se encuentra viviendo la única vida que tendrá para lograrlo.

El tiempo es oro, por ello hay que invertirlo en lo positivo, en aquello que aporte, en lo que sume. Y antes de que nuestro tiempo se acabe debemos encargarnos responsablemente de nuestra felicidad, inyectándonos de confianza y fe en nosotros mismos, viviendo y disfrutando cada día como si fuera el último que nos quede. Y tú, ¿vas por tu felicidad?

Lo más leído

skeleton





skeleton