William Sierra/Mérida
El pitcheo, la máxima fortaleza de Leones de Yucatán lució una vez más, de la mano de su máximo exponente César Valdez para alcanzar su quinta final de la Zona Sur en las últimas seis temporadas, con una victoria de 3-1 ante Guerreros de Oaxaca, a quien de paso se le cobró la afrenta del año pasado.

Fue un partido que los poco más de nueve mil aficionados reunidos en el “Kukulcán Álamo” disfrutaron y sufrieron. Hubo reclamos, jugadas discutidas, buenas atrapadas, en fin, los ingredientes necesarios para mantener a los fanáticos atentos.

Valdez es de esos serpentineros que no tropieza con la misma piedra. Muy diferente a la vez anterior en Oaxaca, donde lo castigaron con cinco anotaciones, anoche los limitó en dos sencillos.

Dónde quería, ahí cayeron la mayoría de los envíos del dominicano, que tuvo amplio repertorio para someter a los bélicos, en seis entradas completas. Anestesió a siete y únicamente caminó a dos, y fue precisamente la primera transferencia que dio a Alejandro González que le costó la anotación. Julián Ornelas siguió con sencillo para colocar al corredor en la antesala y un rodado de Moisés Sierra hacia Alex Liddi que terminó en doble matanza entró la que evitó la lechada.

Luego, Enrique Burgos y Josh Lueke terminaron de empujar los últimos seis clavos del ataúd a los oaxaqueños, a quienes sin lugar a dudas nunca se recuperaron del golpe anímico sufrido en la víspera.

Muy temprano, los selváticos comenzaron calientes con la majagua. Capitalizaron que Alex Delgado comenzó titubeante y le pegaron en el mismo primer episodio tres incogibles, entre ellos par de biangulares consecutivos, de Alex Liddi y Luis Felipe Juárez, que anotaría con sencillo productor de Xavier Scruggs.

Para su siguiente turno, las fieras ampliaron la ventaja. Aplicaron el librito con toque de sacrificio de Jorge Flores, que avanzó a Leo Heras y alcanzó la registradora con oportuno de Walter Ibarra.

Después de eso, Delgado le metió candado a la jaula de los felinos, y salvo en una ocasión en que el “Pepón” llegó hasta la antesala sin batear de jit -el antesalista Orlando Piña cometió pecado para que Juárez llegué a segunda y luego hubo wildpich- prácticamente no tuvo mayores apuros y se dedicó a engordar a los leones a base de chocolates. De la tercera a la sexta sirvió siete.

Los cambios que estuvo lanzando Delgado fueron veneno para las fieras. Solo Liddi, Juárez y Jorge Flores evitaron el ponche.

Ahora, los selváticos esperan al ganador de la otra serie en la que Tigres de Quintana Roo tiene ventaja de tres juegos a dos sobre Diablos Rojos, la cual se reanudará mañana en la capital del país.