William Sierra/Mérida
Noche explosiva, de mucho poder fue lo que hubo ayer en el parque “Kukulcán Álamo”, aportado por Xavier Scruggs y Yeison Asencio que se llevaron la barda en dos ocasiones, y Luis Felipe Juárez, una vez, y para que la jornada sea redonda, igual hubo cátedra de pitcheo de José Samayoa, para que Leones de Yucatán apabulle a Generales de Durango, 9-0.

Al parecer la paciencia que se tuvo con Scruggs comenzó a retribuir y con creces. El estadunidense por segunda noche consecutiva se volvió a llevar la barda y por partida doble, liderando la ofensiva de casa al irse de 4-4 con cuatro producidas.

En su primer turno al bate, en la segunda entrada, y con par de corredores en los senderos, disparó doblete para remolcar ambos, y no tardó mucho para pisar la registradora con oportuno de José Juan Aguilar, quien entró a batear de emergente, tras entrar por Jonathan Jones que no se recuperó de un golpe recibido en el primer episodio.

Al volverse a parar en el pentágono, en la cuarta, Scruggs descargó por el bosque izquierdo cuadrangular solitario, al igual que lo hizo, en el tercer acto, el “Pepón” Juárez.

Y todavía faltaba la cereza en el pastel, en esta noche de fuegos artificiales al conectar, en la séptima, Xavier Scruggs su segundo jonrón por todo el jardín central, y de inmediato también dio bambinazo Asencio.

Si ese cuádruple de Scruggs fue kilométrico, el que bateó antes, en la sexta, Yeison Asencio fue todavía mayor. La sacó del parque por el lado izquierdo, e igual sin nadie a bordo.
Samayoa tuvo una jornada en términos generales tranquila. De cinco imparables en seis entradas completas, con un solo pasaporte firmado y cuatro ponches.

Habrá igual que resaltar, que Samayoa, que alcanzó su tercer éxito por dos tropiezos, también tuvo de su lado la fina defensiva de su cuadro, que ejecutó par de dobles matanzas.

Tony Amezcua, Miguel Peña, en su presentación como relevista, y Dalton Rodríguez, lanzando a un acto, terminaron de bañar de cal a los duranguenses. El descalabro fue para Iván Piñevro (2-2), primero de cuatro lanzadores que se repartieron 12 incogibles.