Leones de Yucatán se crece y espera a su siguiente rival

Tras barrer a Diablos Rojos del México, los melenudos están conscientes de que no importa el rival (Acereros o Toros), pues, para ser campeón, se tiene que vencer “al que sea”

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Los jugadores mostraron su agradecimiento a la afición yucateca.
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William Sierra/Mérida
Antes de comenzar el partido, los jugadores de Leones de Yucatán se reunieron brevemente en el dogaut y cuando cayó el último aut lo volvieron hacer, pero en el centro del campo, algunos con rodilla en tierra agradeciendo al Creador por el logro alcanzado.

Así, en cada momento, y mientras transcurría entrada por entrada, se les veía motivados, unidos, alentándose, viéndose como una familia, tal y como coincidieron en recalcar los propios peloteros que, alegres, festejaban la conquista del campeonato de la Zona Sur ante Diablos Rojos del México.

“La armonía del equipo fue clave, todos han estado trabajando procurando dar su mejor esfuerzo”, mencionó el torpedero Jorge Flores, que tendiéndose hacia un costado detuvo una rola que amenazaba con partir el diamante, y fusiló a Japhet Amador en la inicial para concluir el encuentro.

A los selváticos poco les importó que enfrente tuvieran al equipo que durante toda la temporada regular presumió haber sido el líder de bateo, el cual fue completamente silenciado por el póquer de brazos conformado por Yoanner Negrín, César Valdez, Dustin Crenshaw y José Samayoa, respaldados por un sólido bullpen, en el que merecen mención aparte en el preparador Enrique Burgos y el cerrador Josh Louke.

Andrés Ávila, José Manuel Chávez y Manny Parra igual se comportaron a la altura.

El lineup, bastante equilibrado, que no depende del bateo de unos cuantos, resultó igual clave. Simplemente hubo contundencia y poder, con 11 cuadrangulares -contra ninguno de los endemoniados- que marcaron la diferencia.

“Se jugó en equipo, aquí no dependemos de uno solo, cada quien sabe lo que debe aportar. Esto se logró por el buen trabajo, hubo buen picheo y bateo”, enfatizó Sebastián Valle, quien contribuyó con uno de esos bambinazos.

Incluido Valle, fueron siete los selváticos que enviaron la pelota a la calle. El “Pepón” Luis Felipe Juárez lo hizo tres veces; Jonathan Jones, y Alex Liddi, en dos ocasiones, y los demás corrieron a cargo de Leo Heras, Xavier Scruggs y Flores.

Alejandro Orozco, gerente general de la organización melenuda, mencionó que “este equipo es de todos”, y destacó el trabajo de los hermanos Arellano, Erick y Juan José, quienes siempre han confiado en este proyecto, sin escatimar para conformar un equipo protagonista, que siempre esté ahí peleando por el campeonato.

También el cuerpo técnico, jugadores y directiva coincidieron en que no les importa que sean Toros de Tijuana o Acereros de Monclova el rival en la Serie del Rey, pues para ser campeones hay que ganarle al que te pongan, comentó Leo Heras, quien, al igual que José Juan Aguilar, festejaron con sus pequeños hijos en brazos que este año nacieron. Otros dos, que tienen semanas de ser papás Liddi y Scruggs no pudieron hacerlo de igual manera en el campo.

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