Rieleros de Aguascalientes arrolla a Leones de Yucatán
Rieleros no se intimidó ante los melenudos peleándoles por igual en el “Kukulcán Álamo” para adjudicarse el primero de la serie
William Sierra/Mérida
Sin brazos de respeto y para que la situación sea aún peor con anemia ofensiva, Leones de Yucatán fue arrollado por Rieleros de Aguascalientes, que tuvo en el yucateco Julián Castro el encargado de dirigir la máquina hacia una contundente victoria de 11-3, en duelo que acabó poco después de la medianoche en el parque “Kukulcán Álamo”.
Simplemente en este prolongado primero de la serie, los selváticos no tuvieron argumentos para impedir que sean embestidos por la máquina rielera, conducida por Castro, que remolcó cinco anotaciones, en respaldo del pitcheo de Héctor Molina (ganador, 4-7), que lanzó cinco sólidas entradas con pelota de cuatro jits, dos de ellos en ese acto escapándosele la lechada con el jit de Jonathan Jones. Luego siguieron seis lanzadores más.
En su salida, los adormilados Leones despertaron, con dos registros producidos por Sebastián Valle.
Llamado a cubrir el lugar del toletero José Vargas, quien está fracturado, Castro respondió el par de ocasiones en que los hidrocálidos lo necesitaron anoche ante los envíos del derrotado Miguel Parra (1-6), que sigue estando lejos del pitcher de respeto que fue cuando estuvo con Tijuana.
Parra tuvo un buen arranque. Dominó a los seis primeros que enfrentó, rápidamente, sin mayores apuros, pero hasta ahí le dio el brazo. Perdió la la zona de straic, firmó par de pasaportes que, combinados con dos jits, entre ellos de Julián Castro, productor para el de la quiniela.
No pasó mucho, pues en la cuarta, la máquina rielera volvió a pitar con fuerza al conseguir cuatro anotaciones, tres de ellas al ser limpiadas las bases por el yucateco Castro con biangular. Doble productor de Carlos Rodríguez encendió la mecha de este letal ataque.
La máquina rielera siguió alejándose con la victoria con dos anotaciones más en la séptima, producidas por sendos imparables de Edson García y Francisco Lugo, y en la octava lo remacharon con tres carreras más, dos enviadas al pentágono de Richy Pedroza y la última por elevado de sacrificio de Castro.
En total fueron 13 los imparables que se repartieron Peña, Christian Prado, Tony Amezcua y Julián Arballo.