A más de tres décadas de su creación, el Museo de Arte Contemporáneo Ateneo de Yucatán (Macay) único en su tipo, dedicado a la promoción y difusión del arte moderno y contemporáneo, local, nacional e internacional en el Sureste de México, está en riesgo de desaparecer, a raíz de que poco a poco han reducido sus espacios sin ninguna explicación por parte del INAH.

En un comunicado firmado por 13 artistas e intelectuales explican su preocupación por este Museo, que es el único de ese tipo en todo el Sureste de la República.

Sede de conferencias, coloquios y nacionales e internacionales, como del proyecto Yucunet (en el que participan la Universidad Autónoma de Yucatán, la Universidad Nacional de México, Universidad de la Habana, la Universidad Nova de Lisboa, la Universidad de Porto, Universidad Católica de Portuguesa, la Universidad de Lisboa, entre varias otras).

Con 17 salas de exposición y un Expoforo para escultura monumental y actividades varias, el museo ha cumplido una valiosa labor para el arte en México. El recinto exhibe las exposiciones permanentes de los pintores Fernando García Ponce, Fernando Castro Pacheco y Gabriel Ramírez.

El edificio se encuentra en comodato, por 99 años, a través de la firma del Convenio suscrito en 1993 entre el Gobierno del Estado y la Fundación Cultural Macay. Ha permanecido abierto al público desde el año 1994, con un historial de actividades de cerca de ochocientas cincuenta exposiciones nacionales e internacionales, colectivas y temporales.

El acuerdo de dicho comodato no incluía los locales de la planta baja, rentados a negocios comerciales. En el año 2022, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) inició el rescate de esos locales con el fin de restaurarlos, al igual que la fachada, con el propósito de instalar en ellos la Sala de Exposiciones de los rescates arqueológicos del tren maya, el Museo de Historia del Pueblo Maya y la Ventanilla Única para atender los trámites de la Zona de Monumentos Históricos de Mérida.

Con el argumento de la restauración del edificio, el INAH continuó avanzando en la obra más allá de lo indicado inicialmente, primero fue hacia el jardín central, luego el primer piso, continuó con el segundo piso; el año pasado, esos avances fueron más allá y el INAH, sin considerar el contrato de comodato y transgrediendo lo pactado en dicho documento, advirtió a la fundación Macay, que tomaría para su proyecto cierto número de salas en las plantas alta y baja, el jardín central y el expoforo, dejándole al MACAY únicamente 3 salas para su actividad expográfica.

La preocupación de los artistas se intensificó en julio de 2023, cuando en el programa conocido como “la mañanera”, y ante el Presidente, el INAH expuso un video en el cual anunció el proyecto ya mencionado y en la narrativa histórica del edificio, jamás mencionó la existencia del Macay. Existencia viva, pues el museo llevaba en ese momento 29 años de actividad sobresaliente.

Estos hechos han “sacudido el avispero” entre la comunidad artística y la ciudadanía en general, con inconformidad y disgusto, preguntándose ¿por qué el INAH intenta dejar empobrecida una institución que ya existe y desempeña un papel fundamental en la cultura y el arte de manera lograda y exitosa, en lugar de únicamente abocarse al cuidado y restauración del inmueble, fortaleciendo la vocación del Museo de Arte Contemporáneo.

Firman en apoyo la carta creada de manera comunitaria por el grupo Macay: Miguel Pedroza Ochoa, Rosario Guillermo (escultora), Viviana Martínez (artista visual), Socorro Chablé (Artista Multidisciplinaria), Eneida Hernández (artista visual), Alejandra Díaz Mariscal, Mina Bárcenas Jiménez (Fotógrafa), Valeria Ancona, Celia Pedrero, Pedro Tec (fotógrafo), Taimy Pérez Caamal, Eric Muñoz (artista visual) y María de la Luz Sánchez.