Más gratitud… menos disculpas
Juan M. González: Más gratitud… menos disculpas
Nos pasamos la vida pidiendo perdón o disculpas por creer que eso es ser “amable”. Y nos ocupamos de andar pidiendo disculpas, en vez de dar las gracias. Si supieras el poder que tienen tus palabras, dejarías a un lado tanta disculpa y dispararías la gratitud al infinito. La gratitud es una abridora de puertas automáticas, por lo que debemos inclinar la balanza al lado de la gratitud e ir soltando las disculpas. No me mal interpretes, si cometiste una falta, por supuesto que debes pedir disculpas o perdón, y si puede repararla, hazlo. Pero si no hiciste algo que ocasionara una falta, mejor da las gracias por lo que alguien haya realizado por ti, en vez de andar creando momentos de baja autoestima.
Aquí te nombro 5 momentos en los que debes dar las gracias en vez de pedir disculpas:
- Cuando pides un favor: Aquí siempre pedimos disculpas por pedir favores y lo que debemos hacer es darle las gracias a la persona que nos hizo ese favor. Decirle literalmente: Gracias por tu ayuda; cualquiera que haya sido el favor que te hizo, dinero, tiempo, consejo, recomendación o lo que sea. La persona toma en cuenta más tu gratitud que tus disculpas.
- Cuando comentas tus problemas: Si alguien te prestó sus oídos para escucharte, no le pidas disculpas por haberle hablado de tus problemas, simplemente agradece por haberte escuchado. ¿Sabes lo que cuesta encontrar a alguien que te escuche realmente y que no tenga ningún tipo de interés? Ya ni hablemos de la disposición de la gente.
- Cuando te equivocas: Si la regaste, pues pedirás disculpas solo si fue algo grave o falta de respeto, pero si no, ni te desgastes en eso. Mejor dale a la persona las gracias por su paciencia o por comprenderte. Lo que tienes que tomar en cuenta es que somos seres humanos y que cometer errores es parte de nuestro aprendizaje.
- Cuando le pides a una persona tiempo: Sin importar la razón para la que le hayas pedido tiempo a una persona, no pidas disculpas por haberle hecho “perder” el tiempo, dale las gracias por haberte ayudado dándote su tiempo. La gente que se ofrece o acepta estar contigo, es por ti, así es que agradécelo y ya.
- Cuando llegas tarde: Una de las principales disculpas que ofrecemos (por lo menos los educados) es por llegar tarde a una cita. Pero te imaginas si en vez de ofrecer esas disculpas, le das las gracias a la gente por haberte esperado, ¿qué pasaría? Aprovecha al máximo tu tiempo y ve directo al grano