Alicia Carrasco/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Después de conocer el caso de discriminación que sufrió el joven sordo-ciego José Iván Caballero Casares, a quien no se le permitió entrar a diversos establecimientos con “Praia”, el primer perro guía de Yucatán, la Canaco-Servytur y Profeco anunciaron que impartirán capacitación a los prestadores de servicios de Mérida en materia de la cultura incluyente, para evitar que se repita esa situación.

José Antonio Nevárez Cervera, delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor de Yucatán, recalcó que por medio de las redes sociales esa dependencia se enteró en los últimos días de casos de discriminación en Mérida, pero ante la Profeco no se presentó ninguna denuncia o queja, de manera que la dependencia está atada de manos porque no puede proceder de oficio. 

“El capítulo 58 de la ley de la Profeco es muy claro, pero al día de hoy (por ayer), no tenemos ninguna denuncia o procedimiento de queja. Por las redes nos enteramos de casos de discriminación como la del joven con su perro guía y otras por cuestiones de preferencia sexual. Exhortamos a quienes sufran de discriminación en los comercios establecidos a que se acerquen con la Profeco para ver el caso en particular”, añadió.

Agregó que la capacitación es importante: “No podemos permitir prácticas comerciales que puedan caer como discriminatorias, nos afecten. Estamos en una sociedad madura y ejemplar a nivel nacional para que podamos o tengamos prácticas de esta naturaleza, que puede ser principalmente por falta de información de los comercios”, indicó el funcionario.

Por su parte, José Manuel López Campos, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de Mérida, reconoció que tomó un tiempo para que muchos establecimientos se adaptaran físicamente a las condiciones que requieren algunas discapacidades motrices, como rampas y baños de mayor tamaño con puertas más anchas.

“La cultura de la inclusión es lenta, nosotros en la Canaco vamos a trabajar arduamente en colaboración con la Profeco para difundir no solamente que es una obligación legal sino que como empresa socialmente responsable nos corresponde”, añadió.

Adelantó que ante el caso del joven con síndrome de Usher, se trabajará en la conciliación de las normas de salubridad (permitir la entrada de mascotas a restaurantes) y las leyes de la Profeco, con esta cultura incluyente, para dar a las personas, sin distingo de sus capacidades o preferencias, acceso a todos los establecimientos y que éstos cuenten con la infraestructura para comodidad de las mismas. 

“Se ha hecho la propuesta para trabajar no solamente en los programas permanentes que van orientados al proveedor, sino empezar a existir una labor hacia el consumidor, que hablemos de una relación bilateral, de proveedores responsables, pero que exista una cultura del consumidor responsable”, puntualizó López Campos, quien agregó que en algunas ocasiones no es voluntad del establecimiento, sino falta de capacitación o de información.