Sólo espero el momento que me diga 'papá'
El niño fue diagnosticado con esta discapacidad a los 8 meses y el jueves se le realizará un implante y en un mes se activará el implante.
Coral Díaz/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- El niño Josef Esaú C. M. fue diagnosticado con sordera a los ocho meses: nació así, pero sus padres no se dieron cuenta sino hasta que notaron que no respondía a los estímulos sonoros, cuando le llamaban y no volteaba.
Fueron muchos años de ir y venir, hasta llegar a este momento, a sus cinco años, casi seis. Tras el esfuerzo para reunir dinero con el apoyo de mucha gente, al fin está programado para que el jueves se le realice un implante coclear (auditivo) para que pueda mejorar su calidad de vida, sea más independiente y tenga un futuro prometedor, como cualquier otra persona.
Después del diagnóstico, para Josef (quien tiene dos hermanas de 14 y 11 años) comenzó el proceso de rehabilitación con auxiliares auditivos aéreos. Antes del implante, todos los niños deben tener una rehabilitación con esos equipos, y si no responden a esto en un lapso de seis meses a un año, entonces son candidatos a recibir un implante coclear, como es su caso.
Debido a que es mínimo lo que puede escuchar con los auxiliares, el pequeño ha desarrollado la parte de respuesta verbal, responde a estímulos sonoros intensos, pero no ha desarrollado lenguaje; no obstante, debido a los lineamientos del Seguro Popular ya no pudo ser candidato a ser operado por esa vía.
Su madre, María de Jesús M. E., señaló que hace tres años y medio conoció la Fundación Elda Larrea Peniche, que le ha brindado un gran apoyo en este andar con su pequeño, y posteriormente de más personas a quienes les está muy agradecida.
“Queremos lo mejor para nuestro hijo, todo padre quiere lo mejor para ellos; esperamos que esta operación sea el principio de un cambio para su vida, para que tenga un mejor futuro”, destacó María Jesús.
El papá de Josef, Alfonso C. C., quien es caminero, comentó que para adquirir el implante vendieron un terreno y han recibido el apoyo de su familia hasta que lograron reunir el dinero: 400 mil pesos, que son la mejor inversión que harán en su vida.
“No ha sido fácil, al principio estaba triste porque era mucho el dinero, pero poco a poco fuimos encontrando apoyo y hoy estamos a unos días de la cirugía que sabemos le cambiará la vida a nuestro hijo. Sólo espero el momento que me diga papá”, enfatizó.
El jueves se realizará el implante y se esperará un mes, aproximadamente, para que cicatrice y luego hacer la activación del implante con el apoyo de Sonorum y la Fundación Elda Peniche Larrea con la rehabilitación.
Aunque a este pequeño se le está implantando tardíamente el aparato, se espera que se integre pronto a la sociedad y que el día de mañana pueda tener una vida normal y no tenga que depender de sus padres.