Patricia Itzá/Milenio Novedades
MÉRIDA, YUC.- Con el “frenesí” de las compras por El Buen Fin, salió a relucir el problema de los vendedores ambulantes que se colocan en el primero y segundo cuadros de la ciudad, situación negativa que lleva varias administraciones y que pone en peligro a los peatones, que en su mayoría tienen que bajarse de la acera para esquivarlos.

Desde ropa, artículos de belleza, relojes, bolsos y hasta comida son algunas de las cosas que vendedores sin autorización comercializaron durante estos días considerados los “más baratos del año”.

Durante un recorrido se observó que desde temprana hora diversas personas, entre hombres adultos, mujeres, adolescentes y hasta niños instalaban cajas, mesas y sillas principalmente sobre la calle 56 entre 63 y 65, en menor cantidad en la 65 con 56 y 54, pero también en la 58 con 63, 65 y 67.

Sabiendo que desde el viernes pasado miles de yucatecos se volcarían a los comercios del centro para aprovechar las ofertas, los ambulantes se apostaron en las principales calles para dar a conocer sus productos aunque ninguno cuente con garantía.

Las aceras en el centro de la ciudad son angostas por lo que al colocarse los vendedores ambulantes, el espacio se reduce aún más por lo que lo que los peatones se ven obligados a bajarse al arroyo vehicular con el riesgo de ser atropellados, poniendo en peligro su vida.

A pesar de que durante varias cuadras dan sus rondines los inspectores de mercados no desalojan a los ambulantes, a pesar de que gran parte de ellos no cuenta con autorización para vender sus productos.

De igual manera, muchos comercios establecidos dan espacios para que en sus puertas se coloquen ambulantes.

A pesar de que la iniciativa privada ha insistido en el tema de su reducción esto no ha sucedido y los ambulantes aprovechan las fechas con mayor movimiento comercial para crecer en número y ofrecer su mercancía.