Felicidad y solvencia durante la vejez
El poder de la pluma.
Recientemente recibí las siguientes preguntas: “Le he leído, visto y escuchado tanto que, por fin, me ha convencido de que debo empezar a hacer algo por mi futuro; tengo 30 años, trabajo como independiente en dos empresas; en una por honorarios y en la otra, por nómina, pero, sin estar asegurado”.
¿Qué debo hacer para asegurar mi futuro? ¿Puedo afiliarme al IMSS como independiente? ¿Puedo tener Afore y cómo? Analizando lo anterior, creemos que es posible ser feliz y tener solvencia en la vejez y para ello hay que hacer lo siguiente:
Tenga un plan de vida; planifique resultados y decida cómo quiere vivir a partir de los 65 años de edad.
Trabaje con pasión y entusiasmo su plan; enamórese de él; vívalo y disfrute construyendo su futuro.
Evalúe cada fin de año los resultados alcanzados, corrija errores o desviaciones; reajuste objetivos y metas, si así debe ser.
Si hablamos de solvencia financiera, estamos hablando de dinero, de salud mental y de salud física. Para gozar de salud mental, haga lo que dijo que va a hacer en su plan de vida; sea congruente, íntegro y asertivo; construya, valore y respete a su familia; tenga paz en su alma y esté en paz con su Dios.
Para tener salud física, evite excesos, vicios, malos hábitos alimenticios y ejercite su cuerpo; no gaste su dinero en médicos, farmacias ni hospitales.
Vea en su trabajo su negocio; negocio es “no ocio”; ahorre de su ingreso mensual una cantidad fija y capitalícelo, tan pronto pueda, en bien raíz o inmobiliario.
Proteja su vida, su salud y su patrimonio; tenga un seguro de vida, al menos con cobertura básica; el de gastos médicos que sea de gastos médicos mayores y menores, y asegure su casa y automóvil con las coberturas más amplias posible.
Acumule patrimonio suficiente para vivir de él el resto de sus días; si lo anterior cree que es imposible, aún tiene opciones.
Por ejemplo, si cotiza a un instituto de seguridad social, hágalo por al menos 40 años y con el mayor salario posible; haga ahorro voluntario, de corto y largo plazo; permanezca y crezca en su trabajo o negocio; si pierde el empleo, use el ahorro de corto plazo y cause alta voluntaria en su instituto.
Planifique su futura pensión y haga lo necesario para cumplir su plan; tenga más de una fuente de ingresos; no deje de prepararse ni de aprender cosas nuevas; siga mejorando en lo que es, hace y tiene.
Y si lo anterior no es posible, aún hay opciones; todo dependerá de sus circunstancias personales, pero ésas habrá que analizarlas y encontrar dentro de ellas la forma para asegurar su futuro y su vejez.