La inflación se come su pensión
Jaime Gutiérrez Melchor: La inflación se come su pensión
"Cuando el río suena, es que agua trae”. Así lo expresa un conocido refrán y esto viene al caso porque no hay día que no se hable, desde el año pasado, del fenómeno de la inflación y de la forma en que su crecimiento está comiéndose el poder de compra de todas las personas, pero, muy en especial, el de los pensionados.
La inflación es según el Banco de México: “un fenómeno que se observa en la economía de un país, relacionado con el aumento desordenado de los precios de la mayor parte de los bienes y servicios que se comercian en sus mercados, por un periodo de tiempo prolongado”.
Y, en efecto, le decía, durante todo el año 2021 empezaron a darse incrementos en múltiples productos, muy en especial, en bienes y servicios de consumo generalizado, entre ellos, el precio del gas, tortilla, huevo, leche, frutas y verduras, luz eléctrica y en combustibles, cuyo precio sube centavo a centavo, aún y con el subsidio otorgado del Gobierno al reducir el cobro del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios.
Sin embargo, para consuelo de nuestros políticos y gobernantes, el crecimiento de la inflación es un mal mundial y nos refieren datos de esta situación de otros países, entre ellos, a junio de 2022: Estados Unidos con un 9.1%; Europa Central con 8.6%; Argentina con un 79%; Turquía con 77% y en agosto, Canadá con 8.1%; y México, al mes de septiembre, 8.8%.
Pero, también, dice otro refrán popular que: “mal de muchos, consuelo de tontos”. Queriendo interpretar lo anterior, pensamos que no porque en otros países estén peor, nosotros debemos de darnos por bien servidos y aceptar el crecimiento de los bienes y servicios que consumimos.
El detalle está en que los números que nos dan sobre la inflación son muy poco creíbles, basta darse una vuelta por el supermercado para darnos cuenta que el precio de gran cantidad de los productos que consumimos ha subido más que un 8.8%.
Si traspalamos los efectos de la inflación a las pensiones que recibimos, el panorama no pinta nada bien para los pensionados.
Por ejemplo, si una persona recibía en enero de 2022 una pensión de 8 mil quinientos pesos, al acumularle el factor de actualización (7.36% de la inflación de 2021, según el Inegi), recibirá por pensión de febrero en adelante, la cantidad de $9,125.60. Es decir que, con relación al año anterior, la pensión subió $625.60, pero entre el aumento del predial, los productos básicos, la energía eléctrica, etc., el poder de compra del nuevo monto de pensión disminuyó por efectos de la inflación durante 2022, por lo que hoy día, en realidad, compramos mucho menos con nuestra pensión incluso y cuando ésta subió un 7.36%.