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La plenaria "Demografía global, personas en movimiento". (José Acosta)
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C. Robles/N. Calderón/MÉRIDA
Las fronteras no deben ser un impedimento para alcanzar la paz, para ayudar a una mejor calidad de vida para las personas necesitadas y tampoco deben ser un impedimento para el crecimiento económico de los países, aseguraron los ganadores del Premio Nobel de la Paz reunidos en esta ciudad.

El ex presidente de Polonia, Lech Walesa invitó a los líderes del mundo a seguir el ejemplo de los países europeos que abrieron sus fronteras a los migrantes y éstos se han integrado a la actividad económica.

Indicó que los migrantes llegan con muchas ganas de trabajar y de aportar a las comunidades que les dan la bienvenida, por ello se les debe permitir participar.

Indicó que los países deben abrir sus fronteras e integrar a migrantes, pues se les puede buscar una mejor calidad de vida; por ello, quienes elaboran las políticas públicas deben ejercer más acciones.

Rigoberta Menchú apuntó que ninguna persona se aleja de sus países por gusto propio, sino por necesidad.

“Cuando nos tocó migrar hace varios años, el dolor y el sufrimiento hacen posible la organización, la comunidad internacional estaba enterada, en su momento la experiencia mexicana en cuanto a la recepción de migrantes centroamericanos fue buena, la población se involucraba, había hospitalidad y ofrecía lo que podía”, dijo.

Se mostró sorprendida por la respuesta que tuvo la sociedad ante el movimiento migratorio de estos últimos meses, pues cambió; “los líderes políticos deben concentrarse en las causas que los obligan a salir de sus países, además deben escuchar a los representantes de los migrantes, para así tener un diálogo conciliador”.

Joyce Ajlouny, secretaria general del American Friends Service Committee, comentó que las personas desplazadas a menudo son víctimas de violencia o de abuso, además de que los gobiernos incrementan las acciones militares en su contra y blindan las fronteras.

“Deben abrir el camino para que ellos puedan buscar una mejor calidad de vida, además tenemos la necesidad de dirigirnos a las causas de raíz. La gente no se quiere alejar de su país, de su cultura, no está dentro de sus planes a menos que haya una necesidad poderosa que los impulse a arriesgar sus vidas”, precisó. 

Racismo

El racismo tiene que ser uno de los puntos principales de la agenda de los líderes, así como también trabajar en relaciones inter-étnicas es otro de los grandes retos”, aseguró el galardonado con el Premio Nobel de la Paz en 1993, Frederik Willem de Klerk, durante una rueda de prensa, en el marco de la 17a Cumbre Internacional de los Premios Nobel de la Paz.

 

Frederik Willem de Klerk. (José Acosta)

 

El racismo, dijo, es un problema serio del que afortunadamente su país, Sudáfrica, se liberó entre 1990 y 1996, luego de que se lograran acuerdos con Nelson Mandela para una nueva Constitución que lo prohibía; sin embargo, reconoció que ha regresado, pues en la actualidad todo se define por la raza.

Señaló que debe ser uno de los puntos principales a tratar de los líderes, así como trabajar en las relaciones inter-étnicas, pues hoy no hay guerras entre los países sino dentro de los países debido a los grupos raciales.

Ello de manera conjunta con el cambio climático y la pobreza extrema afectan a la tercera parte de la población, por lo que significa un gran reto porque tienen que ser erradicados.

Aseguró que no sólo se trata de reconciliación a nivel nacional, sino algo que debe ser desde la raíz, para ello es importante, aprender a vivir en paz, juntos, en la misma ciudad, el mismo pueblo; la reconciliación es parte de la solución.

Por otro lado, dijo que el populismo está poniendo de cabeza a muchos países, por ejemplo, en Sudáfrica los partidos reinantes están divididos entre populistas y realistas, los primeros dan cuenta de que se necesita crecimiento, en tanto que los segundos desean nacionalizar todo.

Agregó que en todos los escenarios ha habido soluciones, sin embargo, el problema de las cumbres es que, por lo general, los discursos que se ofrecen provocan pensar a fondo, presentan buenas ideas, pero llevarlas a cabo es difícil porque el poder real es cambiar los corazones y las mentes.

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