El sacrificio más grande de un militar es dejar a su familia

El capitán Óscar Reyes platica del honor que es servir al país, pero también de las desventajas que esto le trae

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Con 17 años de servicio, el Capitán Reyes ha estado destacamentado en cuatro estados. (Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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MÉRIDA, Yucatán.- Ser padre y militar es un orgullo, pero también representa mucho sacrifico familiar, pues se pasa mucho tiempo lejos de la familia y cambiando de residencia por cuestiones de la labor, platicó el Capitán Primero de Infantería Diplomado de Estado Mayor, Óscar Antonio Reyes Chiguil, quien forma parte de la Décima Región Militar.

En entrevista con Novedades Yucatán, recordó que su decisión de ingresar al Ejército Mexicano fue por su padre, quien lo perfiló y siempre le dijo que ahí tendría un futuro seguro. Él en algún momento de su vida quiso pertenecer a las Fuerzas Armadas, pero no lo logró.

Por el contrario, su mamá mostró un poco de resistencia y al final lo aceptó. En la actualidad tiene 17 años de servicio, ya que ingresó al Ejército en 2005.

“Uno de los sacrificios más grandes que yo considero, el más grande que hacemos, es el ausentarse de casa, del hogar, por diferentes motivos por cuestiones del servicio, sin embargo, mi familia y yo estamos convencidos de que el hecho de servir al país significa anteponer el servicio ante los intereses personales, estamos convencidos plenamente de eso”, aseguró.

Como parte de su labor ha sido enviado a varios estados de la República como San Luis Potosí, Oaxaca, Chihuahua y desde hace un año a Yucatán, y su esposa y sus hijos, de dos y cinco años de edad, siempre lo acompañan y han vivido, sufrido y disfrutado cada etapa de su carrera militar.

Resaltó que algunos de los beneficios que tiene gracias a su trabajo es darle un hogar digno a su familia, lo necesario para vivir bien, además de que cuentan con servicio médico integral y de calidad, así como becas para sus hijos.

“Es una experiencia muy grata y muy bonita y es difícil porque se debe saber equilibrar, compensar el tiempo que pasa fuera de casa, sobre todo es dar tiempo de calidad a la familia, el tiempo que se tenga. Aquí me gustaría resaltar que el papel de la esposa es fundamental porque en la ausencia de uno es la que se encarga de inyectar esa paciencia en los hijos y hacerles saber que la satisfacción del padre como militar es el cumplimiento del deber”, aseguró.

Reconoció que su labor es absorbente, pues hay periodos en los que se la pasa al 100 por ciento en el trabajo y los hijos lo resienten porque no puede estar con ellos en momentos especiales.

Resaltó que le gustaría que sus hijos siguieran sus pasos y se enlistaran en las Fuerzas Armadas, pero apoyará lo que decidan a futuro.

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