'El amor nos hace pasar de la muerte a la vida'
El arzobispo de Yucatán, Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, llama a los católicos a no perder el tiempo en odios.
Jesús Mejía/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Ante miles de fieles congregados en sendas liturgias realizadas en los panteones Xoclán, Florido y Chuburná, así como del Cementerio General, a donde acudieron a honrar a sus difuntos, el arzobispo de Yucatán, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, exhortó a desterrar odios y amar a los muertos y a los que viven con nosotros.
Desde el cementerio de Xoclán, en misa realizada ante cerca de dos mil feligreses, con la protección de elementos de la Policía Municipal y de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), Monseñor pidió durante su homilía perpetuar en el amor y la memoria a nuestros seres queridos fallecidos.
El mensaje derivado del evangelio de ayer se hizo extensivo a las celebraciones de la liturgia que se realizaron en los otros panteones, como parte de la conmemoración de los Fieles Difuntos en los principales panteones de la ciudad.
El presidente municipal de Mérida, Renán Barrera Concha, acudió con su esposa Diana Castillo Laviada, acompañado de los directores de Servicios Públicos Municipales, Roger Echeverría Calero, y de Obras Públicas, Carlos Martín Arcudia, así como de regidores.
Miles de asistentes a la misa escucharon al Arzobispo recomendar a “no desgastarse en odios, ya que es estéril y el tiempo es corto y limitado, y a cambio procurar el amor que además de ser fecundo, nos hace, dijo, “pasar de la muerte a la vida”.
Comentó que el odio ha sido inútil como ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, en la que murieron millones de seres humanos, ya que pasada la contienda la geografía y límites de las naciones europeas volvieron a como se encontraban antes del conflicto bélico.
Rechazó en su homilía que la Iglesia Católica esté en decadencia. Mencionó que en la actualidad existen mil 200 millones de católicos en el mundo y que de las 192 naciones existentes, 181 respetan y reconocen al Santo Padre, es decir, al Papa Francisco.