La gran caverna de Postojna (I)
Carlos Evia Cervantes: La gran caverna de Postojna (I)
En la primavera de 1818, Luka Cec descubrió una nueva galería de la gruta de Postojna, en el territorio de lo que hoy es Eslovenia. Este hallazgo dio mucho impulso a la espeleología, que se ocupa de la exploración y el estudio científico de cuevas. También marcó el inicio de una próspera actividad turística. Así lo escribió Arne Hodalic. El sistema de cavernario de Postojna abarca 24 kilómetros, por lo que se considera uno de los más grandes de Europa. Está ubicado en la región eslovena del Karst, una meseta caliza que se extiende unos 50 kilómetros bajo tierra, pero que empieza desde el Mar Adriático hasta los Alpes julianos y los dináricos. Postojna constituye tan sólo un ejemplo de las miles de grutas de la región y casi todas bellísimas como la citada caverna.
La primera descripción de esta cueva aparece en la obra del erudito esloveno Janez Vajkard Valvasor, cuyo título en español sería “La gloria del ducado de Carniola”, en el año 1689. Valvasor apuntó que en esta gruta había pilares de formas extrañas, semejantes a todo tipo de alimañas, tales como serpientes y otros animales. También había otras formaciones que se parecían a diversos monstruos, rostros desfigurados, fantasmas y cosas por el estilo.
Añadió que el “horror y el miedo aumentan por los muchos pasadizos, pozos y abismos que se encuentran por doquier”. No sorprende que después de leer un cuadro tan amenazador, pocas personas se aventurasen a penetrar mucho en la sobrecogedora oscuridad de la caverna.
Además de las bellas formaciones de esta gruta también es importante señalar la presencia del proteo (Proteus anguilinus) al que se le conoce localmente como el pez humano, por el parecido de su piel a la de los humanos. Este vertebrado anfibio vive exclusivamente en las aguas subterráneas en la región kárstica que se extiende hacia el sur de Eslovenia y el nordeste de Italia. La falta de pigmentación y los ojos atrofiados no son una desventaja, dado que su existencia transcurre en total oscuridad, desde que está en el huevo hasta que muere. Sorprendentemente, esta criatura es capaz de sobrevivir 10 años sin alimentarse. Su longevidad también es asombrosa, pues hay constancia de que algunos especímenes han vivido hasta 58 años y en cautiverio, 70.
Con el devenir del tiempo, las cavernas cobraron fama, en particular tras el descubrimiento realizado por Cec, en 1818. Al año siguiente, las grutas se abrieron al público. Al incrementarse la afluencia turística, en 1872, los administradores decidieron instalar un ferrocarril que recorre 20 kilómetros de su interior. Posteriormente en 1884 iluminaron la cueva con luz eléctrica y mucha gente pudo admirar estas maravillas naturales.
Esta gran caverna, al igual que muchas otras de la región, está inscrita en la lista del Patrimonio Mundial de la Unesco desde 1986. (Continuará)