Engordando a la vaca, columna de Juan Manuel González: Nadie es indispensable...
En una empresa o equipo de trabajo nadie es indispensable... ese pensamiento es un error que solemos cometer.
Cuando formamos un equipo de trabajo altamente competitivo y logramos que nuestra empresa camine de forma adecuada y coordinada, empezamos a tener cierto temor de qué pasaría el día que alguno de ellos decida irse, ya sea por una mejor oferta de trabajo o por cuestiones personales. Si bien es cierto que conjuntar personas para que trabajen en nuestra organización de manera compacta es complicado, pero no imposible, el riesgo de que alguien abandone el barco es inminente. No podemos pensar que todos somos eternos y mucho menos indispensables. Y nuestro error radica en eso, en pensar que alguien pudiera llegar a ser indispensable.
Aquí te menciono 5 pensamientos erróneos que cometemos cuando creemos que alguien es indispensable en la organización:
1.- Nadie más puede hacerlo.- Si comenzamos partiendo de que la persona que se va es irremplazable, estamos perdiendo. Si detectamos que alguien pudiera estar en este supuesto, es nuestra responsabilidad capacitar y empoderar a una o más personas que pudieran realizar las tareas de cada quien.
2.- Es difícil encontrar gente con ese perfil.- Una vez que la persona ya se fue, sólo te queda realizar un reclutamiento y selección profesional para reemplazar a quien partió. Sólo debes tener un perfil descriptivo del puesto y el individuo que necesitas y escogerlo así.
3.- Las personas se acostumbraron a su forma.- Acostumbrados o no, la persona ya se fue, toma las riendas de lo sucedido y perfila a la gente que más se apegue a tus necesidades y a las realidades del puesto. Pudieras encontrar incluso a alguien mejor.
4.- Lamentar la pérdida de la persona.- No hay peor tiempo perdido que el quedarse sollozando la partida de una persona en tu empresa. Deséale éxito en su nuevo camino y reestructura a tu conveniencia el puesto. Podría ser una nueva oportunidad para mejorar aún más.
5.- Ahora tenemos que volver a empezar.- Toda salida de un elemento de nuestro equipo requiere de atención inmediata. Por lo que quejarse de tener que volver a capacitar a alguien para ocupar el puesto perdido sobra. Dedícate a resolver y no a perder tiempo y energía en algo así.
Recuerda que hay una diferencia entre “todos somos necesarios y todos somos indispensables”. Estructura tus puestos y resolverás más fácil.