Poder subirse a un avión, ser piloto aviador y surcar el cielo era el sueño del pequeño Adrián Vargas, de 10 años de edad, que ayer se cumplió gracias al apoyo de la Comandancia de la Base Aérea Militar Número 8 y la Asociación Mexicana de Ayuda a Niños con Cáncer (Amanc).

Puntual a su cita, Adrián llegó muy emocionado a las instalaciones de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) de esta ciudad, acompañado de sus dos hermanos y su madre, Danae Cruz Rivero, donde fue recibido por personal de la Sedena que lo ayudó a vestirse con el traje oficial de piloto.

El niño dijo estar feliz de poder cumplir su sueño, y comentó que el interés de conocer sobre los aviones y qué se siente volar le surgió al ver a diario las caricaturas.

Su mamá relató que Adrián se despertó muy emocionado de que por fin llegara el día, pues desde hace un mes le informaron que le harían esta distinción, pero por indicaciones médicas no le era posible salir de casa, hasta ayer.

Afirmó que es un niño muy valiente, ya que ha recibido más de 30 radiaciones desde su diagnóstico, aunque en el último mes enfermó de neumonía y le complicó su situación, sin embargo, sigue ganando batallas día a día.

Imposición de alas

La ceremonia, que se llevó a cabo conforme al Reglamento del Ceremonial Militar, inició con los honores a la bandera, desfile de honor y finalizó con los honores al lábaro patrio, con toda la solemnidad que caracteriza estos eventos en el Ejército.

Al pequeño Adrián le entregaron un reconocimiento por su valor para enfrentar la vida, así como la imposición de alas en el pecho que lo distinguen como piloto aviador honorario de la Fuerza Aérea.

Luego de la ceremonia, el comandante de la Base Aérea, general de grupo piloto aviador, José de Jesús Morán Gutiérrez, dijo que el Ejército siempre procura estar cerca de la sociedad yucateca y recibir a los pequeños para cumplirles su sueño, como una manera de retribuirle, pues los infantes “son guerreros que a diario luchan por superar los obstáculos de la vida”.

“Lo menos que podemos hacer es un reconocimiento pleno a ese esfuerzo, a esa dedicación, a ese trabajo que hacen, no sólo ellos, sino también los padres y madres de familia, la sociedad y las asociaciones civiles y creo que es una forma de reconocer a todos ellos el esfuerzo para hacer un México más grande, más humano y más justo con respecto a los derechos humanos”, señaló el general Morán Gutiérrez.

Durante su cargo de piloto por un día, el pequeño convivió con los integrantes de las distintas áreas de la FAM, desde paramédicos, pilotos, controladores de vuelo, administrativos y comandantes.

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