MÉRIDA, Yuc.- Científicos del mundo y especialistas del clima alertaron sobre la llegada del fenómeno de El Niño, el cual genera sequías, olas de calor y lluvias torrenciales, y advirtieron que este año será más severo que en años anteriores. 

El Niño, más cálido, vuelve a la acción según un aviso emitido este jueves por el Centro de Predicción Climática de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA).

El meteorólogo Juan Vázquez Montalvo, aseveró que los modelos científicos predicen un ‘super Niño’ este 2023, tal como sucedió en 1998, cuando la zona norte de Mérida alcanzó una temperatura de 42 grados un 17 de junio, siendo la más alta para esa zona de la ciudad. 

Ese año, detalló, las temperaturas oceánicas alcanzaron un valor jamás alcanzado en la historia y sus efectos fueron devastadores.

“Este 2023 los modelos predicen otro ‘súper niño’ pero con el cambio climático, algo que no había en 1997 y 1998. De cumplirse se desconoce los alcances y efectos catastróficos que ocurrirán en el mundo”.

Efectos en Yucatán

De acuerdo a estimaciones, Yucatán sufrirá disminución de lluvias y las que se presentarán serán erráticas. Asimismo, las temperaturas serán muy altas y con mucho tiempo de permanencia.

De igual forma, la Temporada de Ciclones Tropicales deberá ser dentro del promedio y de comportamiento errático.

Mientras tanto, este fin de semana y toda la otra semana se presentarán temperaturas altas de 40 grados o más, algo jamás visto para un mes de junio y con la posibilidad de que se pueda alcanzar la temperatura de 42 grados.

El Niño nace de unas aguas inusualmente cálidas en el Pacífico oriental, cerca de la costa de Sudamérica, y suele ir acompañado de una ralentización o inversión de los vientos alisios del este.

La última vez que se produjo un fenómeno de El Niño, en 2016, el mundo vivió su año más caluroso jamás registrado. Unido al calentamiento provocado por el cambio climático, en 2023 o 2024 podrían alcanzarse nuevos máximos.

La mayoría de los expertos recurren a dos agencias para confirmar el inicio de El Niño: la NOAA y la Oficina de Meteorología de Australia (BOM). Las dos utilizan diferentes parámetros para declarar la llegada del fenómeno, siendo la definición australiana ligeramente más estricta.