|
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Es un hecho que el país está polarizado; hay enojo y frustración de un lado y de otro. En este escenario se enmarca lo que parece una confrontación entre marinos militares y civiles, iniciada el sexenio pasado cuando se adecuaron ciertas leyes para dar a la Armada las capitanías de puerto en manos de la Marina Mercante, y exacerbada ahora con la entrega de las aduanas, con lo que la naval tendrá todo el poder en las actividades marítimas nacionales, lo que se ha dado en llamar la militarización de los puertos.

Las aguas comenzaron a agitarse en 2015, cuando el presidente Enrique Peña Nieto reformó las leyes de la materia para transferir el mando de las capitanías a la Armada. Los mercantes lucharon por sus bastiones. Perdieron, pero no arriaron velas. Ahora el legislativo se aprestaba a aprobar el proyecto de decreto que reforma las leyes Orgánica de la Administración Pública Federal, de Navegación y Comercio Marítimos, y de Puertos, pero de última hora tres comisiones del Senado decidieron llevar el tema a parlamento abierto (en forma virtual), para escuchar y valorar “las opiniones de politólogos, académicos, integrantes de la Marina Mercante, servidores públicos, expertos en la materia y sociedad en general”.

Es un logro de los mercantes que protestaron el pasado martes afuera del recinto en rechazo al proyecto y entregaron un pliego petitorio “en representación de las distintas organizaciones sindicales, gremiales y de colegios de marinos mercantes, todos integrantes del sector marítimo nacional”. Pidieron que, eventualmente, la votación se realice de forma razonada “y no por consigna del Ejecutivo Federal”. Y es que el presidente propuso la iniciativa, duramente criticada, incluso en el interior de su gobierno.

Cabe destacar que el dictamen también amplía la facultad de la Semar para dirigir la educación naval y la mercante, algo que bien a bien no entiende AMLO porque el año pasado dijo a los marinos mercantes: “No hay ningún problema, que no olviden que la Secretaría de Marina tiene escuelas también de marina mercante, no todo lo que es la Secretaría de Marina son escuelas navales militares, ellos capacitan, forman para la marina mercante”. Y no, el presidente no tiene la información completa, porque la Semar sólo tiene la H. Escuela Naval Militar (para formación de mandos de la marina de guerra); las escuelas náuticas de Veracruz, Tampico y Mazatlán son operadas por la parte civil.

Deseamos que se escuchen los argumentos de los afectados directamente y veremos si, como dicen los senadores, están dispuestos a construir un proyecto legislativo que le sirva a México y a la gente. Si se aprueba el dictamen, será un duro golpe a la “obra viva” de la Mercante, precisamente la que históricamente dio origen a las armadas del mundo (para proteger el tráfico marítimo de la piratería), y aquí en México, la que motivó la nacionalización de la Marina.

Nuestro deseo es que se llegue a una decisión que evite la polarización porque, insistimos, la batalla no es entre caballeros del mar.

 Anexo “1”

En juego…

El sistema portuario está conformado por 117 puertos; 16 son gestionados por Administraciones Portuarias Integrales (API). La Marina Mercante regula las actividades marítimas civiles, el control de tripulaciones privadas, escuelas náuticas y el transporte por agua, el dragado, remolque y pilotaje de barcos. Los puertos mexicanos mueven unas 260 millones de toneladas de productos al año (21% del total de exportaciones). Este sexenio recibirán inversión privada por 208 mdp y alojan a casi 800 empresas privadas que generan 269 mil empleos directos.

Y un dato interesante: tanto marineros como empresarios coinciden en que el proyecto de ley debería excluir el Fideicomiso para la Capacitación y Adiestramiento del personal de la Marina Mercante (Fidena), dedicado a la educación y profesionalización, donde se reconoce un nivel de alta calidad y baja opacidad y que ha creado una camada de marinos de escala internacional.

Según la Coordinación General de Puertos y Marina Mercante, en este ciclo escolar la población total en las escuelas náuticas mercantes de Mazatlán, Tampico y Veracruz es de mil 139 estudiantes en las licenciaturas de piloto naval y maquinista naval.

Me pregunto dónde se colocarán 230 nuevos profesionistas, entre ellos ocho mujeres, que egresaron el año pasado de la Escuela Náutica de Mazatlán, y otros tantos de las de Veracruz y Tampico.

Lo más leído

skeleton





skeleton