No quieren “niños” en el Servicio Militar
El poder de la pluma
La Cámara de Diputados aprobó el martes varias reformas a la Ley del Servicio Militar (SMN), la más destacada es que elimina la posibilidad de que menores de 18 años cumplan con esta obligación señalada en la Constitución. El autor de la iniciativa, un general de brigada en retiro que preside la Comisión de Defensa, argumentó: “Lo que buscamos es seguir formando ciudadanos comprometidos que realicen su Servicio Militar y salvaguardar los derechos de las niñas, niños y adolescentes”.
La posibilidad de cumplir el SMN antes de los 18 años, como “anticipado”, era cuando algún joven necesitaba ir a estudiar el extranjero y requería la “liberación” de la Cartilla, un requisito que, como ya hemos mencionado, ha caído en desuso; antes este documento era requerido hasta para casarse u obtener la cédula profesional.
Además, el SMN ha devenido en servicio social, ya que el acondicionamiento físico, la instrucción militar, la cultura cívica y el adiestramiento con armas pasó a segundo plano: antes los conscriptos vestían uniforme militar con botas y cuartelera; ahora, playera blanca, pantalón de mezclilla y gorra de beisbolista. Y muchos son exentados gracias a que en el sorteo obtienen bola negra que los deja “en reserva”, algo que también se quiso cambiar, pero que ante la “austeridad republicana” se dejó así, con sorteo.
Con esta reforma México se ubica a la vanguardia en el cuidado de la niñez, afirmó su autor, el general Benito Medina. Pero hace falta más que eso para ubicar al país “a la vanguardia” en la salvaguarda de los derechos de los niños, el propio general al ingresar al H. Colegio Militar debió requerir la firma de su padre o tutor al ser menor de edad, como fue mi caso en la Armada, pues aún tenía 16 años. Ahora, en las escuelas militares y navales la edad mínima para el ingreso es de 18 años.
Otro cambio a ley del SM es que hasta los 30 años se pasará a la primera reserva, a los 40 años a la segunda y desaparece la tercera, que contemplaba hasta los 45 años en la Guardia Nacional, porque ahora es un “cuerpo civil”. Muy pocos, por no decir nadie, de los que obtenían la liberación de la Cartilla se presentaban ante la autoridad militar para el “resello” que implicaba el pase a la reserva correspondiente.
Otra parte de la iniciativa refiere que las mujeres tienen el mismo derecho que los hombres para realizar el Servicio Militar. Sin embargo, desde hace algunos años la Sedena convoca a obtener la liberación de la cartilla en tres meses en sus cuarteles, incluidas jovencitas. Esta medida busca motivarlos a abrazar la carrera de las armas, y sirve al Ejército como filtro para seleccionar a quienes tengan aptitud y vocación. De hecho, la Ley del SMN establece que la liberación se puede obtener sirviendo en el Ejército o la Marina un año. Hubo muchos que con esta intención ingresamos a las fuerzas armadas, y nos quedamos toda una vida.
Anexo “1”
Oficiales jovencitos
Hace exactamente siete años, en marzo de 2014, entraban en vigor nuevas normas para el reclutamiento en el Ejército y Fuerza Aérea; entre ellas destacaba la edad mínima para causar alta en la milicia, que se fijó en 15 años. Se disminuyó un año la edad para el ingreso a planteles militares, con estudios de secundaria, como cadetes para comenzar su formación en las fuerzas armadas.
En ese momento se argumentó que la doctrina militar, el adiestramiento y la disciplina permean con mayor facilidad en muchachos jóvenes, y que el objetivo de la educación militar era fortalecer los valores y virtudes humanos y militares y desarrollar hombres y mujeres autodisciplinados. ¿Por qué, entonces el cambio este año?
No hace mucho, la mayoría de los oficiales de mando de la Marina y del Ejército eran jóvenes egresados del H. Colegio Militar o de la H. Escuela Naval que apenas llegaban a los 20 años. Conviví con muchos en buques, unidades de Infantería y zonas y sectores navales. Vimos descollar a muchos de ellos, incluso al actual Secretario de Marina, y con otros aún mantengo una buena relación. Muchos de esos jóvenes oficiales reconocían las enseñanzas de los “viejos” marinos de máquinas y de cubierta que los guiaron siendo Guardiamarinas.