Luis Fuente/Mérida

Mientras se realizan las honras fúnebres de Miguel Antonio C. C., víctima fatal de la explosión ocurrida en Kanasín la noche del 31 de diciembre pasado, en la colonia Francisco Villa de esa ciudad, dos de los tres niños que resultaron lesionados en ese percance ya fueron dados de alta, solo queda ingresado uno en el Hospital Regional del IMSS (T-1) en estado grave.

La Fiscalía General del  Estado continúa con la integración de la carpeta de investigación para determinar qué causó el incendio y explosión de la fábrica y bodega clandestina de pirotecnia, ubicada en la calle 6-A con 65-A de la colonia Francisco Villa de Kanasín.

Como informamos, la tarde noche del viernes la FGE informó que por medio de un comparativo de huellas dactilares se logró la identificación de Miguel Antonio C. C., de 32 años, como la víctima fatal de ese percance y el cuerpo fue entregado a sus familiares.

Desde la madrugada de este sábado el cuerpo fue velado en en el complejo funerario Nieves, ubicado en la calle 69 entre 46 y 48 de Mulchechén II, y por la tarde el cortejo partió al cementero Xoclán para el sepelio.

El ahora occiso era originario de Kanasín y, desde hace  tiempo, se dedicaba a la fabricación y distribución de pirotecnia y como su trabajo iba en aumento decidió rentar el inmueble de la colonia Francisco Villa para expandir su fábrica y almacenar el producto, hasta que la noche del 31 de diciembre ocurrió la tragedia.

En Francisco Villa aún se siente el olor a pólvora

A cuatro días de este percance, el lugar permanece asegurado y acordonado por la Fiscalía General del Estado, instancia  que continúa integración de la carpeta de investigación de este asunto. El sitio está custodiado por una patrulla de la Policía Municipal de Kanasín.

También  se pudo constatar que personas siguen llevando despensas y ropa a la familia que vivía al lado de la bodega clandestina y cuya vivienda quedó parcialmente destruida por la explosión.

Las ruinas donde estuviera edificada la bodega parece zona de guerra, pues todo el frente está destruido, se aprecian áreas chamuscadas y aún se siente el olor a explosivos y están unos postes de metal de que lo que al parecer era un tinglado. Algunas personas colocaron una cruz de madera en honor de la víctima fatal de esto hechos.

Mientras en el predio de al lado, se aprecia que se derrumbó el muro y el techo del cuarto que colindaba con la bodega. Este predio también está asegurado y acordonado por la FGE.