Yucatán: Zonas arqueológicas vacías durante el equinoccio de primavera
Por segundo año debido al Covid-19, no hubo público en el equinoccio de primavera en Chichén Itzá y Dzibilchaltún.
MÉRIDA.- Los fuertes rayos solares y el buen clima que imperó ayer fueron el marco perfecto para el descenso de Kukulcán en la zona arqueológica de Chichén Itzá, lo que marca la llegada de la Primavera y que por segundo año consecutivo fue en una explanada vacía sin turistas nacionales ni extranjeros, arqueólogos o expertos, ante el cierre del lugar como medida de prevención por la pandemia provocada por el Covid-19.
El fenómeno se pudo observar completo a las 4:40 de la tarde, aunque en ese momento se nubló el cielo, como si esta antigua ciudad maya estaba nostálgica porque que no se congregó la multitud que cada año arriba, cerca de 25 mil personas en promedio, las cuales llegan a cargarse de energía y visualizar el fenómeno astronómico.
Del mismo modo, en el templo de las Siete Muñecas, en la zona arqueológica de Dzibilchaltún, ubicada en la carretera Mérida-Progreso, no hubo testigos cuando “Kin”, dios maya del Sol, apareció a las 6:10 de la mañana , ya que permaneció cerrada al igual que Chichén Itzá.
En esta fecha ocurre un evento astronómico especial, pues la duración del día y la noche es igual, 12 horas, prácticamente en todo el mundo, de ahí su nombre que deriva del latín aequinoctium, que significa “noche igual”.
El equinoccio consiste en que en la pirámide principal de esta zona maya, los rayos del sol y la sombra de la misma asemejan el descenso de una culebra a través de los triángulos isósceles del edificio maya.
De suma importancia para los mayas
El director de la zona arqueológica, el antropólogo Marco Antonio Santos Ramírez, explicado que para los mayas antiguos estos fenómenos eran de suma importancia ya que de ellos dependen un sinfín de situaciones como por ejemplo el calendario, pero sobre todo la práctica En ese sentido , era fundamental establecer con precisión establecer el momento en el cual se encuentran el Sol en su ciclo, en su recorrido aparente en el horizonte para hacer ciertos rituales, como la bendición de las semillas, de los campos, etc.
“La pirámide de Kukulcán, El Castillo, tiene una orientación de los ejes cardinales del universo, norte, sur, este y oeste y una desviación de 15 grados con respecto al mar, esto hace que se pueda observar unos triángulos que se forman en la esquina noreste, al momento que el sol va descendiendo por el horizonte Este, estos triángulos se van a formar gracias a los nueve pisos celestes ”, indica.
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