MÉRIDA, Yuc.- La pandemia de Covid-19 sigue causando problemas en todos los ámbitos y la impartición de justicia no es la excepción, pues fue suspendido el juicio a dos sujetos acusados de asesinar a un anciano para robarle su pensión, hechos ocurridos en junio del año pasado en Mérida.

El motivo de la suspensión fue porque uno de los fiscales que intervienen en este juicio dio positivo a Covid-19.

En lo que va de la pandemia, cuando menos cinco causas penales se han suspendido por la sospecha de que algún integrante de las partes  es sospechoso de coronavirus.

En este nuevo caso, el pasado 8 de julio, el Tribunal Segundo de Juicio Oral inició el desahogo de pruebas contra Jesús “N”, alias “El Osuna” y Jorge Armando “N”, alias “Furby”, quienes están acusados de asesinar a Víctor Daniel “N”, de 90 años de edad, en su propio domicilio del Centro de Mérida para robarle su pensión.

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El arresto de estos sujetos fue 11 días después de que se cometió el crimen, en cumplimiento de una orden de aprehensión expedida por la jueza Primero de Control, Blanca Bonilla González, por el delito de homicidio calificado.

En la audiencia realizada en el Centro de Justicia Oral de Mérida, los integrantes del Tribunal Segundo de Juicio Oral, Sergio Marfil Gómez, Verónica Burgos Pérez y María del Socorro Tamayo Aranda, declararon abierto el desahogo de las pruebas ofrecidas por los fiscales, los asesores jurídicos de la víctima indirecta y la defensa de los imputados.

Sin embargo, ahora este Tribunal decidió suspender el juicio debido a que uno de los fiscales que intervienen en el desahogo de pruebas dio positivo a Covid-19 y ni hay fecha para que se reanude.

En sus alegatos de apertura los fiscales señalaron que la autopsia realizada por el Servicio  Médico Forense  determinó que la causa de la muerte de la víctima fue traumatismo cráneofacial, secundario a golpes con un objeto contundente.

Indicaron que uno de sus hijos fue quien vio con vida a la víctima, pues en la mañana del domingo 9 de junio de 2019 le llevó el desayuno,  unas horas después una de sus hijas fue a visitarlo y lo halló muerto, de modo que avisó de lo sucedido al número de emergencias 911.

Personal del Ministerio Público y Servicios Periciales del Ministerio Público se presentó a efectuar el levantamiento del cadáver  y demás diligencias legales.

Mientras tanto, con datos proporcionados por los vecinos, los agentes de la Policía Estatal de Investigación realizaron un operativo que permitió el arresto de dos sospechosos.