MÉRIDA, Yuc.- En la actualidad ocurre un fenómeno entre los jóvenes: en los últimos años presentan una fuerte influencia de sus padres para la toma de decisiones vitales, lo que con el paso del tiempo pudiera repercutir en sus planes futuros, expuso el investigador en economía de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), Javier Becerril García.

Con base en su experiencia, expuso que conoce casos de jóvenes recién egresados que acuden a la bolsa de trabajo de la UADY acompañados de sus padres, y éstos exponen que el empleo que les ofrecen a los profesionales “no les conviene a sus hijos por cuestiones de salario”.

Consideró que los jóvenes están “atados” a sus padres, ya que la mayoría de ellos depende de lo que les proveen, por lo que no planifican su futuro.

 “Es un poco preocupante ver cómo han incidido los papás en la vida de sus hijos. Creo que los jóvenes están sobreprotegidos de cierta manera, que al momento de buscar empleo les dicen qué les conviene y qué no. El detalle es que los papás quieren que sus hijos egresando de la licenciatura tengan un cargo de gerente porque ya invirtieron mucho en su educación como para verlos empezar a ganar miles de pesos por encima de cualquier promedio”, explicó.

Indicó que como docente ha realizado pequeñas encuestas entre sus alumnos, quienes comentan que no piensan en casarse, tener familia o incluso hijos. 

Por el contrario, sí deberían preocuparse por formar economía del conocimiento para generar riqueza para su vejez.

“Me preocupa ahora que México tiene el llamado boom demográfico, muchos jóvenes de entre 18 hasta los 28 años tendrán que generar mucha riqueza para que México dé el salto a un país desarrollado, porque ahora la pirámide poblacional está angosta por la base, angosta por la cintura y llena por arriba porque hay mayor esperanza de vida, las instituciones ya tienen problemas para pagar pensiones”, comentó.

Por otro lado, consideró que las becas que ofrece el Gobierno Federal a los jóvenes sólo promueve el consumismo, pues el dinero que se les entrega lo gastan en cosas que no abonan a su futuro.