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La invitada especial, psicóloga Marilu Ancona (izquierda) con Marilis Escalante, anfitriona del programa. (Jorge Acosta)
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MÉRIDA, Yuc.- Cuando sucede una muerte es importante no reprimir esos sentimientos de tristeza, al contrario, se debe expresar ese dolor, siendo más fuerte cuando se trata de un ser más cercano, expresó la psicóloga Marilu Ancona durante el programa radiofónico Salvemos una Vida, el cual se transmite todos los viernes de 11 a 12 horas por AMOR 100.1 de Grupo Sipse.

Al comentario de la anfitriona del programa, Marilis Escalante, sobre que la pérdida de un ser querido es dolorosa, triste, difícil de superar, y más cuando es por suicidio, complicando el duelo, la invitada especial subrayó que no debemos de reprimir ese dolor.

La especialista manifestó que toda pérdida es dolorosa y muchas veces se asume ese sentimiento como si se tratará de una enfermedad, acudiendo al psicólogo, al psiquiatra en busca de que se receten medicinas, pero lamentablemente los medicamentos no ayudan en nada.

“El duelo no es una enfermedad, es una reacción natural. Esa tristeza, dolor, sufrimiento y llanto es normal ante la pérdida de alguien importante para nosotros y mientras más cercano, mayores serán esos sentimientos”, indicó.

También, señaló que igual tiene que ver el tipo de muerte, la edad, la relación que se tenía con el fallecido, siendo todos estos factores lo que complican el duelo.

“Hay que dejar que salga el dolor, y muchas veces por ignorancia decimos o hacemos cosas que en lugar de ayudar lastiman al familiar”, dijo, tras poner como ejemplo el decir al deudo, deja de llorar, ya tienes un angelito que te cuide o sé lo que estás pasando, cuando nunca has sufrido una pérdida similar.

Ante una situación como esta, expresó que lo más conveniente es no decir nada, basta con acercarse y dar un abrazo dejando en claro que uno está para lo que se ofrezca, ya sea para una ayuda económica, compañía, alguna tarea habitual.

“A veces el doliente no quiere estar escuchando, sólo requiere el hecho de sentir una compañía y estar dispuesto a lo que se necesite”, señaló.

La psicóloga Marilú Ancona indicó que la gente teme hablar del suicidio, cuando hablar de ello ayuda a prevenirlo, e insistió en que hay que expresar ese dolor, pues la emoción que no se expresa, como es el caso con los hombres, se cristaliza y sale de alguna manera, que puede ser ira o mediante enfermedades.

“Las mujeres son más de expresar los sentimientos”, señaló, tras añadir que es importante buscar ayuda para superar y aprender a vivir con lo que les tocó.

En un momento del programa Marilis mencionó que la invitada especial es una sobreviviente a un duelo por suicidio, a lo que la psicóloga comentó que hace seis años su hijo mayor de 37 años de edad se suicidó.

“Sientes que el mundo se te viene encima, no hay nada que te haga relajarte, te encierras en un mundo, te das cuenta que los que eran tus amigos desaparecen, los extraños se vuelven amigos y no había algún lugar para recibir ayuda, siendo esto último lo que más me impactó. Mi hijo nunca tuvo algún síntoma depresivo, era una persona exitosa, con un buen puesto como contador, casado y con una hija, pero en proceso de divorcio.

“El suicidio es multicausal, de hecho, no puedo decir que porque se estaba separando se quitó la vida, pues posiblemente había muchas cosas atrás que él no verbalizó, comentó, y se sintió solo, aislado. El suicida cae en desesperanza, en no ver una luz al final del túnel. Para mí y mi esposo fue doloroso, como alma en pena iba por todos lados en busca de ayuda”, recordó.

Cuando se presenta a trabajar a los 15 días, la gente trata de evitarla, miran a otro lado, no le decían cómo estás, o daban los buenos días, aunque luego una amiga justificó al comentarle que no sabían cómo acercarse, qué decir.

“Es difícil, pues el doliente se siente solo, aislado, juzgado, señalado, sintiendo esa tristeza y sensación de vacío y soledad”, señaló, tras añadir que cada persona lleva de manera diferente el duelo, algunos con recursos individuales que lo ayudan a tomar decisiones para salir adelante.

En su caso mencionó que pasó tres meses afectada, sin querer ver a nadie, y pensando por qué su hijo tomó esa decisión siendo una persona exitosa, con una familia y qué tan solo se pudo sentir.

De acuerdo con los estudios, Marilis comentó que por una persona que se suicida siete resultan afectados debido a que la gente los juzga, condena, quedan aislados, incluso cuando se da en hijos jóvenes, el matrimonio acaba separado, pues ambos se culpan mutuamente, en vez de platicarlo en busca de una solución.

“La única forma de ayudarse es sacar el sentimiento, aceptando lo que se está sintiendo. A veces detrás de esa ira se esconde una gran tristeza por lo que podemos hacer es acercarnos preguntar por qué ese enojo, cómo poder acompañarlo, encontrando así esa persona una ventanita en la que pueda expresar lo que se siente. Cuando se pierde por ejemplo a un hijo por suicidio queda mucho coraje, frustración”, indicó.

Reconocer lo que estamos sintiendo es uno de los pasos más importantes para comenzar el proceso de duelo para recuperarte.

 

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