MÉRIDA, Yuc.- El manto acuífero en Yucatán está en su máximo histórico por las lluvias que dejaron Cristóbal, en junio, Gamma y Delta, en octubre, y las inundaciones tardarán días o meses en bajar, coincidieron especialistas en temas meteorológicos e hidráulicos.

Durante una rueda de prensa, en la que participaron Jorge Alfonso López González e Ismael Sánchez y Pinto y Juan Vázquez Montalvo, concluyeron que el sistema acuífero de Yucatán es denominado de tipo libre y su recarga hidráulica principal es por medio de la lluvia, que se da entre mayo a octubre.

Posteriormente, su periodo de descarga va de noviembre a finales del mes de mayo.

La carga hidráulica es la altura que tiene el nivel del agua por encima del nivel medio del mar, y la profundidad del nivel freático va desde el “tope” del terreno hacia el espejo del agua y tiene distintas medidas según la zona.

En el Norte de Mérida el espacio es de cinco metros, en tanto que al sur es de 11 metros, valores que disminuyeron drásticamente con las lluvias de los últimos meses.

Lluvias acumuladas saturan el subsuelo

El problema, indicaron, es que las lluvias acumuladas para la ciudad de Mérida, desde junio a principios de octubre, con los tres fenómenos climáticos, fue de mil 217 litros por metro cuadrado, muy por encima del promedio anual de precipitaciones que es de 950 litros por metro cuadrado.

Aunque la diferencia parece poca, el volumen se generó en pocos días y dos veces en cuatro meses.

Al hacer uso de la palabra, Vázquez Montalo –especialista en Ciencias Atmosféricas y también meteorólogo de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY), precisó que las precipitaciones de Cristóbal fueron inéditas y sólo comparadas con las del huracán Isidore ocurrido en 2002.

En solo cinco días, comparó, el Estado recibió 600 milímetros de precipitaciones; con Isidore se tuvo un promedio de 250 milímetros.

“Fueron acumulados de precipitación bastante altos en poco tiempo y a eso se debió que se registraran severas inundaciones”.

Por su parte, Sánchez y Pinto, ingeniero y maestro en Recursos Hidráulicos de Zonas Áridas, detalló que el acuífero de Yucatán descarga durante todo el año sus agua hacia el Golfo de México, pero cuando ocurren las lluvias y el ingreso del agua es menor a lo que sale, los niveles del agua descienden y si sucede lo contrario, entonces el nivel se eleva.

A su vez, López González, ingeniero y profesor titular de Hidráulica e Hidrología en la Universidad Marista de Mérida, agregó que en la ciudad hay dos tipos de problemas: los encharcamientos por el agua de lluvia que cayó y que no puede irse al manto acuífero porque está saturado y el segundo, es el problema de profundidad del manto freático.

Por último, destacaron que de continuar las lluvias en la entidad, aunque sea una de intensidad moderada, las cosas empeorarán debido a que el manto acuífero aún no ha tenido tiempo suficiente para descargar el exceso de volumen que ingresó.