MÉRIDA, Yuc.- El tren maya, un proyecto pensado para detonar la economía del Sureste de México, zona del país que presenta menor desarrollo, ahora tendrá que cambiar su ruta en un tramo que cruza por Yucatán, ya que hay vestigios arqueológicos.

El Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) explica que se considera un cambio en el trazo de vía de haber afectaciones en la entidad. 

La dependencia del Gobierno Federal señaló que hay más de mil 500 vestigios arqueológicos ubicados entre Calkiní, Campeche, e Izamal, Yucatán, correspondientes a los 172 kilómetros del tramo 3 del tren maya. 

La revisión se dio luego de que representantes del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) explicaron que se ha trabajado con nuevas tecnologías para generar estudios que garantizan la protección arqueológica en la región. 

En agosto pasado el INAH delimitó dos áreas cercanas a las vías del tren, donde se desarrollan las obras del tramo 3, al descubrir dos vestigios arqueológicos. 

Además en esa misma zona se ubica la Reserva Estatal Geohidrológica Anillo de Cenotes.

El tramo 3 del tren maya fue adjudicado a Construcciones Urales, en convenio de asociación con GAMI Ingeniería e Instalaciones y AZVI.

Reuniones de seguimiento a acuerdos con comunidades

Fonatur informó también que el pasado 28 de noviembre se realizaron siete de las 15 reuniones de seguimiento y verificación de los acuerdos adoptados durante el proceso de consulta libre, previa e informada a los pueblos y comunidades indígenas de las regiones en Yucatán, Chiapas, Campeche y Quintana Roo.

Comunidades por donde pasará tren piden servicios básicos

En las entidades, los representantes de las comunidades solicitaron ampliar los servicios de electrificación, de agua potable, médicos, financieros y de orientación legal sobre los terrenos ubicados en las vías. 

Asimismo, tanto la Semarnat como el INAH manifestaron a las comunidades que se generarán fuentes de empleo.

De igual forma representantes de la Secretaría de Educación Pública (SEP) señalaron que también se capacita a jóvenes estudiantes de la zona de instituciones de educación superior de la, para la aplicación de diagnósticos participativos comunitarios que ayuden a identificar problemáticas y vías de solución.

Con información de Milenio