En Acanceh quemarán el "viejo" más grande de Yucatán
Matrimonio lo elabora en memoria de su hijo fallecido
José Salazar/MÉRIDA
Con una altura de 5.70 metros, el muñeco que representa al "año viejo", será quemado este 31 de diciembre en Acanceh, por la familia Guerrero Dzul, que realiza está actividad desde hace 11 años.
Julián Guerrero y su esposa Martha Dzul fabrican el muñeco en memoria de su pequeño hijo Irmin Gaspar Guerrero Dzul, quien falleció hace 10 años.
El muñeco está confeccionado con papel, ropa de manta y se encuentra sentado a la vista del público, afuera del restaurante "Nich", propiedad de la familia, ubicado a la entrada del municipio.
"Aunque lo hacemos en recuerdo de nuestro hijo Irmin, la gente lo ya convertido en una tradición, año con año, lo espera y acuden el 31 a ver que se queme; vienen de Kanasín, de Mérida e incluso han venido turistas nacionales a verlo", señaló Julián Medina en entrevista con Novedades Yucatán.
Explicó que a partir de la promesa a su hijo Irmin, la familia Guerrero Dzul comenzó a elaborar el gigantesco muñeco que desde 2009 se ha convertido en toda una tradición en la comunidad de Acanceh.
¿Cómo surgió el “viejo” más grande?
“En la Navidad del 2008, mi hijo se me acercó y se puso a llorar porque todos los muñecos del año viejo que había visto eran pequeños y estaban muy mal hechos, y me dijo que a él le gustaría ver un muñeco gigante y muy bien hecho, yo le dije que sí, que en las próximas festividades navideñas se lo haría”, narró Julián Guerrero.
Sin embargo, el pequeño (que en ese entonces tenía 11 años de edad), falleció a causa de la influenza y no pudo disfrutar la Navidad del 2009.
En memoria Julián, su esposa Marta Esther Dzul May y demás familiares decidieron hacer realidad el sueño que un día tuvo Irmin y construyeron lo que sería “el muñeco de viejo más grande que se haya visto en Yucatán”.
Así ha sido hasta ahora ya que hasta el momento no se tienen antecedentes en Yucatán, de un “año viejo” de las dimensiones del que la familia Guerrero Dzul elabora cada año en Acanceh, población que se ubica a 45 kilómetros de Mérida.
“Lo hacemos cada año porque queremos que permanezca vivo el recuerdo de nuestro hijo. Estaría cumpliendo en estos días, 20 años de edad. El ya no lo pudo disfrutar pero los niños de Acanceh lo esperan y disfrutan cada año. Es bonito ver su asombro ante las dimensiones del muñeco”, Martha Dzul May.
Mencionaron que en los días previos al 31 de diciembre el viejo es expuesto en el domicilio de los padres de Julián, en el Centro del municipio y los días 30 y 31 se exhibe a las puertas del restaurante propiedad de la familia, donde acuden a tomarse fotos varias personas, lo que se pudo constatar mientras se realizaba la entrevista.