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De un cuarto con 50 mujeres al menos 4 tendrán que enfrentarse al cáncer de mama, y de esas 4 al menos una perderá la vida a causa de esta enfermedad.

En el mes de octubre se celebra el Día Internacional de la Lucha Contra el Cáncer de Mama, y este mes se viste de rosa por todas las mujeres que día a día son diagnosticadas con esta enfermedad; muchas de ellas llegando tarde a ese diagnostico por no tener la cultura de la prevención.

Esta enfermedad tiene muchos factores de riesgo; sin embargo, el principal es solamente ser mujeres y aunque también ataca a los hombres, lo hace en un porcentaje muy bajo. Entre otros factores de riesgo están la menarca temprana, la menopausia tardía y el consumo de alcohol y tabaco.

Sin embargo, lo más importante es la prevención y ésta sólo puede iniciar con la conciencia de que nuestras mamas deben recibir atención de manera regular, y a partir de los 20 años, como mínimo.

La autoexploración mensual es la herramienta que tenemos al alcance de nuestras manos. El conocimiento básico de nuestro cuerpo para saber lo que es normal para que cuando deje de serlo podamos identificarlo. Olvidémonos de los tabús que aún hoy rodean a las enfermedades ginecológicas, porque sólo así podremos salvar nuestras vidas.

El ultrasonido y la mastografía son las herramientas médicas a las cuales debemos acudir anualmente y no dejarlo pasar “para después”. Ésta podría ser la señal que te recuerde hoy que es el momento de iniciar si aún no lo has hecho, o de dejar de postergarlo por tener “cosas más importantes” que ocupen tu tiempo.

Ahora una anécdota de carácter muy personal. Hace más o menos 16 años mi tía; hermana de mi papá, estaba siendo diagnosticada e intervenida por cáncer de mama. Mastectomía y eliminación de ganglios, quimioterapia y radioterapia. Yo con 23 años no asimilé el hecho de que mi tía estaba pasando por un cáncer, no asimilé que yo tenía que prestarles atención a mis mamas, veintitrés años sin haberme realizado jamás un ultrasonido o una autoexploración.

Cinco años después, mi madre era diagnosticada con cáncer de mama requiriendo la misma cirugía de mastectomía, eliminación de ganglios, quimioterapia y radioterapia. Hace dos años tuvo una segunda mastectomía y ahora está recibiendo quimioterapia de nuevo. Es tan difícil de asimilar y recibir esta enfermedad (y cualquiera, yo lo sé) en la familia. Veintiocho años y entendí que detectar a tiempo esta enfermedad, hace la diferencia.

Veintiocho años y por primera vez les preste atención a mis mamas por miedo.
No esperemos que el miedo sea la razón de nuestra prevención. Hagamos del amor por nuestro cuerpo el motivo principal por el cual lo cuidemos.
Si tienes más dudas sobre este tema o estas pasando por esta enfermedad (o algún familiar) comunícate con la Asociación Contacto a los teléfonos 9992-57-39-26 o 9997-38-50-08.

Y recuerda que es octubre rosa, pero la prevención es todo el año.

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