Leo con enorme gusto que el Festival Internacional de la Cultura Maya le otorgó a Ofelia Medina la “Medalla de Oro” por sus 50 años de trayectoria artística.

“Por apapacharme, muchas gracias. Él es una fuerza que mueve barreras, tira muros y crea cultura”, dijo refiriéndose al maestro Jorge Esma Bazán, director del festival, quien ha encontrado los mecanismos para consolidar este acontecimiento año tras año, reinventarlo, ganar espacios e intervenirlos para llegar a todos los rincones de Yucatán. En un emotivo discurso en lengua Maya, Ofelia dedicó la presea a su madre: “La medalla la voy a poner en el lugar más querido y más sagrado que conozco: las manos de mi madre. Agradezco a todas las mujeres yucatecas, porque yo soy una orgullosa yucateca gracias a todas las mujeres que como mi madre me formaron. Porque me enseñaron a amar a nuestra cultura, a respetarla y hasta intentar un poco hablar nuestra lengua. Dios bo’otik”.

En verdad un merecido reconocimiento para la extraordinaria labor de Ofelia; como artista, como activista, como mujer, ha abierto grandes caminos para las generaciones que seguimos sus pasos y aprendemos de ella. Ofelia es grande y generosa, alguna vez tuve el privilegio de ir a su casa a comer, la charla en la mesa es exquisita, igual que el té que he bebido acompañada de las otras grandes mujeres de su vida: sus hermanas Beatriz y Leonor, su sobrina Camila, y por supuesto, su madre, una mujer tan amorosa y llena de historias que uno podría pasarse las tardes escuchando su sabiduría.

Alguna vez le pregunté: ¿Oiga, qué hizo para que Ofelia fuera la mujer, la artista que es? Me respondió: “Así nació, Ofelia es así”. Sin duda Ofelia nació siendo una fuerza de la naturaleza, un ser iluminado para brillar en los escenarios, en las cámaras de cine y en su palabra, a veces ruda, a veces justa, pero siempre poderosa.

El día que le dieron la presea yo estaba viendo la muy recomendada película “Coco” y reconocí la voz de Ofelia en el personaje de Frida. Es así, la voz de Ofelia es inconfundible, ella es de esas grandes mujeres que han sabido usar los dones con que fue puesta en el mundo, no sólo para sí misma, sino para gritar al mundo las injusticias. Ofelia Frida, Ofelia Rosario, Ofelia Sor Juana, Ofelia incontenible. Dios bo’otik Ofelia, porque el cielo del Mayab brilla con tu nombre y tu historia. ¡Enhorabuena!