Representación
El pueblo estará representado en tres poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial...
En la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se consigna que el pueblo estará representado en tres poderes; Ejecutivo, Legislativo y Judicial y ello implica asimismo, que los dos primeros serán sujetos a proceso electoral para asumir sus puestos por elección mayoritaria que las instituciones electorales serán las encargadas de organizarlas en los periodos para tal efecto, y el título tercero; Capítulo I; De la División de Poderes; Artículo 49.- Establece en su párrafo segundo que: “no podrán reunirse dos o más poderes en una persona o corporación ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el uso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión”.
En ese sentido, hemos observado que con frecuencia y de manera subrepticia o a veces francamente descarada y en función de los intereses de la “partidocracia” se llevan a efecto alianzas convenencieras para aprobar disposiciones tributarias, en las cuales se ha llevado la ley que sanciona la pena corporal por evasión o elusión de impuestos, nada más ni menos, de lo que ha ocasionado que las actividades industriales o comerciales y de servicios dejen de tributar, como reto, mientras los cautivos multas y hasta embargos de equipo y posesiones hogareñas.
Tales sucesos, en mi opinión, suelen suceder hasta el hartazgo o cansancio cuya reacción es escuchar con vehemencia, en cada campaña político-electoral, a quien tiene las mayores y mejores ofertas en el sentido de un cambio socio-económico que se refleje en el poder adquisitivo de sus ingresos, o sea, dinero contante y sonante.
Nada es regalo, los legisladores vienen votando por sus beneficios particulares y no por quienes los votaron para representarlo en los Congresos; ahora, después del triunfo de Morena, de manera indiscutible, la LXIV Legislatura entró en funciones bajo un supuesto sometimiento a quien los llevó a ese poder y supuestamente ahora sí, su repuesta será en términos que favorezcan el progreso de todos los habitantes de la nación, pero: asumamos que aún que la macroeconomía del país es estable, que la “bancarrota” es por todo lo que gobiernos anteriores nos quedaron a deber en el desarrollo, la esperanza continúa siendo el factor de convencimiento de una vida mejor.
Los mexicanos tenemos que aprender a vivir de realidades y a exigir de las autoridades lo que corresponda, sin la cultura de la meritocracia o de la dádiva a fondo perdido; eso es cargar el peso de la economía y crecimiento sostenido de un México que queremos y respetamos…¡Al tiempo!