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Resulta sencillo imaginar nuestra vida en el futuro, especialmente si partimos de una idealización. Tenemos claro cuál es el lugar en donde queremos estar, con quién y cómo. ¿Qué es lo que vislumbramos realmente? Podría ser que solamente nos veamos a nosotros mismos porque, no es culpa de nadie, pero nuestra naturaleza egoísta puede ser un instinto.

Un ejercicio interesante a realizar sería considerar cómo será nuestro entorno. Y para esto no pienso en un futuro que signifique cien o doscientos años en adelante, sino miles de años. No estaremos aquí, nos habremos ido muchísimo tiempo atrás y nuestras generaciones futuras serán quienes representen lo que fue un pequeño rastro sobre la historia de la Tierra. Somos breves.

Julio Verne, escritor francés y maestro de la ciencia ficción literaria, tiene para nosotros el cuento largo “La jornada de un periodista americano en 2889”. Este cuento fue escrito en el año 1891 y las ideas que presenta sobre el futurismo son impresionantes. También resulta fascinante la temática principal que se enfoca en el papel del periodista y su relación con los acontecimientos diarios.

La historia gira en torno a Francis Bennett, dueño del Earth Herald; periódico que en algún momento de la historia fue el más importante de Nueva York. En este punto, lo que necesitamos saber es que los países del mundo están divididos y los gobernantes tienen hasta tres o cuatro territorios completos, como si se tratara de equipos. Las ciudades tienen nuevos nombres, y es posible viajar de planetas a planetas mediante tubos de velocidad. No se anda en auto, ni se camina; la gente puede teletransportarse, o quedarse quieta mientras las aceras son las que se mueven.

En el mundo del periodismo ya no funciona el papel impreso y las personas no leen. Resulta que el hábito se tornó cansado y ahora el éxito periodístico radica en llamadas telefónicas en donde la gente que desea informarse puede comunicarse a su periódico favorito y una voz amable le informará de los acontecimientos más recientes. ¿Cuál es el encanto? El ingenio del periodista para contar su nota, la melodía de su voz o su capacidad para distorsionar, elegante y atractivamente, las historias.

El relato es aparentemente sencillo, pero detrás de cada frase podemos encontrar guiños que creemos serán posibles, y también una construcción magnífica de la realidad social que en algo no cambiará: el dinero continuará moviéndonos.

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