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El buen amigo Luis Hoyos Schlamme, de reciente alternativa como cazador de gazapos, estrena su tirahule contra las páginas de un rotativo local de amplia circulación.

En ese mar de letras impresas el señor Hoyos distingue el siguiente texto: “Los familiares de monseñor Rodríguez Vega quisieron patentar este reconocimiento al jefe policiaco estatal”. El novel cazador indica: “Considero que el verbo patentar lo utilizaron (mal), en vez del verbo patentizar”.

En efecto, don Luis, el redactor de esa información cometió una falta gramatical llamada impropiedad, consistente en utilizar las palabras con un uso o significado distinto al que realmente tienen.

El Diccionario de la Lengua Española define patentar como la acción de conceder y expedir patentes, es decir, cédulas, títulos o documentos para el goce de un empleo o privilegio.

Patentizar, a su vez, es hacer manifiesta una cosa. Por lo tanto, los familiares del señor Arzobispo de Yucatán no quisieron dar una patente al jefe policiaco, sino hacer manifiesto (patentizar) su agradecimiento por las atenciones que la policía yucateca les brindó durante su estancia en estas tierras.

Con certero disparo de su honda el Sr. Hoyos derriba la pieza y el primer gazapo es guardado en la buchaca.

BECERRO EN MOTO

Desde Valladolid, la bella Sultana de Oriente, el abogado Roberto Montañez Ávila se inicia como batidor y dirige hacia nuestra honda una pieza muy interesante. Según la fotografía que nos envía el licenciado Montañez, un diario local informa de un hecho ocurrido en Tekal de Venegas: “Chocan contra un becerro en moto”.

Al leer el título pensamos en Piocha, el chivo ciclista de la simpática canción de Cri-Cri, el inolvidable grillito cantor. Pero no es así, el becerro no conducía la motocicleta.
La nota periodística se refiere a dos jóvenes motociclistas que resultaron lesionados en la carretera de Tekal de Venegas a Izamal al chocar contra una res que intempestivamente invadió esa vía de circulación.

Este tipo de fallas gramaticales se produce al no respetarse el orden de los elementos que debe contener una oración. Los periodistas, para enfatizar la acción, comienzan los encabezados o títulos con un verbo, en lugar de escribirlos con sujeto, verbo y predicado, como dispone la gramática española.

Lo correcto sería: “Motociclistas chocan contra un becerro”. O, al estilo periodístico, “Chocan motociclistas contra un becerro”.

Este cazador brinda el disparo al abogado Montañez Ávila. Lentamente jalamos las ligas de la honda, soltamos el “cuerito”, la piedra se impacta con dureza en el gazapo y guardamos la pieza en el sabucán.
Saludos, don Roberto.

Hasta el próximo tirahulazo.

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