Factores como los indicios de que este año se adelantará la temporada de sequía, pues varios municipios ya están clasificados como “anormalmente secos”; el incremento en los insumos de engorda para las aves y ganado, así como la falta de apoyos concretos de parte del Gobierno Federal, propiciarán que este arranque del 2023 sea complicado para el campo yucateco, sobre todo para los pequeños productores.

La Federación Agronómica de Yucatán (FAY) refirió que, ante el próximo inicio de la época de sequía, todos los productores han comenzado a prepararse con las reservas de agua, la limpieza de sus pozos y el cuidado de sus animales, pues se ha visto que las lluvias que han caído no han sido de temporal sino de “mal tiempo,” lo que afecta a los pastizales.

El presidente de la FAY, Francisco Martín Gamboa Suárez, comentó en entrevista con Novedades Yucatán que, además de este período seco, la gripe aviar puso en jaque a varios avicultores, ya que actualmente no existe suficiente “pollinaza” y todos los demás insumos para engorda de los animales tienen precios estratosféricamente altos.

“Sí es cierto que el precio del ganado ahora es muy alto, pero tampoco hay la comida y no se puede hacer nada. Los engordadores se las están viendo negras y, por otro lado, los que lograron sus cosechas de maíz están tratando de cuidarlas para su autoconsumo y están viendo un panorama complicado”, apuntó.

El líder campesino también lamentó que el Gobierno Federal, particularmente la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), no haya definido bien las reglas de operación de los programas de apoyo para los pequeños productores, quienes se sienten desprotegidos ante este panorama de inicio de año.

Añadió que los pequeños productores confían en que la temporada de sequía no dure más de lo que establecen los expertos y que, a partir del mes de mayo, se puedan presentar las lluvias de temporal, para que puedan sembrar y cosechar sus hortalizas.