Recorren antorchistas una larga travesía hacia la Fe

Algunos nunca habían ido más allá de Campeche, pero ahora llegaron hasta la Basílica.

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Antorchistas suelen emprender largas travesías, llevando a sus espaldas la figura de la Virgen de Guadalupe. (Foto: Jorge Acosta/Novedades Yucatán)
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William Sierra/Mérida
Alguna enfermedad, dar gracias por favores recibidos, por el gran amor que sienten a la Patrona de México o para proteger a la familia son algunas de las causas que motivan a cientos de antorchistas a emprender largas travesías, llevando sobre sus espaldas la figura de la Virgen de Guadalupe.

“Mi jefecita se puso mal hace dos años y le juré a la Virgencita de Guadalupe que si me la curaba le iba a dar las gracias por tres años y de rodillas, en la mismísima Basílica en la Ciudad de México”, comentó José Ku, vecino de Muxupip, quien junto con tres compañeros, a bordo de bicicletas, emprendieron por segundo año consecutivo esta odisea.

Por su parte, Roberto Pech Hoil acudió por primera ocasión a la Ciudad de México como promesa a la Virgen de Guadalupe por lo cual estuvo en la Basílica frente a la imagen, ante la que tuvo una sensación de alegría.

“Es algo indescriptible, sientes algo que hasta tu corazón comienza a latir con intensidad. El cansancio se te quita de pronto y te da ánimo para regresar con alegría”, comentó Roberto, quien hizo el viaje en bicicleta junto con Jesús Cetzal, y los hermanos José y Manuel Itzá, todos originarios de Cuzamá.

De su pueblo salieron el 6 de noviembre y recorrieron 100 kilómetros cada día, en lo que fue un viaje sin mayores problemas, en el que encontraron gente que los trató bien, especialmente en Campeche y Puebla.

Ricardo Pat, originario de Motul, comentó que esta fue la primera ocasión que viajó a la Ciudad de México, incluso, no conocía más allá de Campeche, pero gracias a la Virgen de Guadalupe llegó con bien y pudieron cumplir una promesa.

“A veces cuando más hambre teníamos, no faltó alguien que nos diera algo de comer o de beber; nos encontramos con mucha gente amable, pero también dormimos en parques, iglesias y en gasolineras”, indicó.

“En mi casa saben que llegamos bien, ahora vamos a descansar, pues queremos llegar a la novena”, añadió.

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