Falta de dinero frena perforación de cráter de Chicxulub
Los científicos llegan a mil 300 metros, pero no a los mil 500 deseados, porque se acabó el presupuesto; siguiente paso.
Milenio Novedades
MÉRIDA, Yuc.- Los trabajos de investigación no llegaron a los mil 500 metros de profundidad que pretendían los científicos, pero sí a los mil 300; de acuerdo con información difundida por la ABC de España, el pasado jueves concluyeron las acciones de perforación en el centro del cráter de Chicxulub, provocado por el meteorito que se cree fue responsable de la extinción de los dinosaurios.
Aunque acabó el trabajo de recuperación de rocas, indica el reporte, el pozo que abrieron en el corazón del cráter siguió funcionando unos días más, hasta ayer.
El equipo científico, dirigido por Sean Gulick, de la Universidad de Texas; Joanna Morgan, del Imperial College de Londres, y Jaime Urrutia, del Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México, recopiló durante seis semanas 300 núcleos o testigos, muestras rocosas que servirán para seguir componiendo el “rompecabezas” de lo que pasó hace 65 millones y medio de años.
“Es un éxito desde el punto de vista de lo que hemos encontrado, aunque no logramos nuestro objetivo”, señaló a la ABC Ligia Pérez-Cruz, la única investigadora mexicana a bordo de la plataforma marina que estuvo anclada mar adentro, a 37 kilómetros del puerto de Progreso.
Aunque los científicos no llegaron a los mil 500 metros deseados, dijo, porque se acabó el presupuesto para la perforación, coordinada por el Consorcio Europeo para la Perforación de Investigación Oceánica, destacó el mérito de la cantidad de evidencias recogidas: “Es muchísimo; mil 300 metros de muestras no se dice fácil”.
La información señala que estos 300 núcleos servirán para desentrañar uno de los principales objetivos de la expedición: saber cómo se forman los anillos de picos. Con los datos nuevos que aportarán las evidencias físicas, explicó Pérez-Cruz, “en breve podremos mejorar y afinar el modelo que teníamos sobre la formación de estas estructuras geológicas, hasta ahora basado en hipótesis”.
Aunque primero acabó el trabajo de recuperación de rocas, el pozo que abrieron en el corazón del cráter siuió abierto hasta ayer. En él, una sonda recabó datos petrofísicos que ayudarán a conformar el perfil sísmico vertical (VSP, por sus sigla en inglés), lo cual completará toda la información que arrojen las muestras.
Destino de muestras
Acerca de las muestras extraídas, se informó que éstas viajarán a Bremen, Alemania. Allí, a partir del 21 de septiembre se reunirán los 33 investigadores que forman parte del grupo científico, en intensas jornadas de 8 a 22 horas, divididas en dos turnos, con el objetivo de analizar las rocas.
Según el área de su interés, detalló la investigadora, profesora de paleobiología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cada científico estudiará después los fragmentos que considere oportunos.
En su caso, le interesan “los fragmentos que le puedan indicar cómo fue la recuperación de la vida después del impacto”.
Como parte de la división de geoquímica, trabajará codo con codo, con el equipo de investigadores de la Universidad de Zaragoza, España: los paleontólogos José Antonio Arz, Ignacio Arenillas y Laia Alegret.
Los resultados finales del proyecto se espera se tengan en 2017.