PROGRESO, Yucatán.- Clima, contingencia sanitaria y mercados caídos juegan contra los pescadores durante la primera semana de la apertura de la pesquería del mero, luego de los dos meses de descanso que anualmente se da a la especie.

Luego de la apertura de la pesquería del mero el pasado miércoles 1, pescadores costeros del Estado tenían autorización para comenzar con la captura de la especie. Sin embargo, las condiciones de los mercados internacionales por la pandemia y las medidas sanitarias por esta misma contingencia en el país, redujeron de forma drástica sus condiciones laborales, porque gran parte de la flota de altura y de mediana altura amarrada durante los próximos meses.

Solo un pequeño grupo de entre 5 y 10 embarcaciones de las más de 450 naves pesqueras presentes en el puerto de abrigo de Yucalpetén tuvieron trabajos de avituallamiento, se espera su salida en los próximos días en función de que sus tripulaciones pasen los exámenes médicos que solicitó el dueño de las naves y que las condiciones del clima lo permitan.

Por su parte, los pescadores ribereños también registraron actividad en Progreso con la salida de un grupo de lanchas, que tuvieron capturas positivas, con ejemplares de tamaño regular, pero al llegar a tierra, se toparon con que el producto aún sigue sin precio.