Chichén Itzá, el enigma científico que no se resuelve

Los investigadores plantean que pronto podrán contar con más información sobe los 'mayas puros'.

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Recientes investigaciones sobre la Pirámide del Kukulcán han abierto la posibilidad de más exploraciones 'debajo de la tierra'. (Notimex)
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Agencias
MÉRIDA, Yucatán.- Chichén Itza aún tiene muchos 'misterios' por revelar, los cuales quitan el sueño a decenas de científicos e investigadores que dedican su trabajo de años a una de las culturas con mayor legado en la historia humana: la maya.  

Chichén Itzá, hoy Patrimonio Mundial de la Humanidad, y que se encuentra al norte de la Península de Yucatán fue fundada en el año 525, recuerda Notimex. 

Entre pozos de agua y cenotes, la ciudad conserva vestigios del avance que alcanzaron los Mayas en arquitectura, diseño, matemáticas, y la medición del tiempo. Su mayor tesoro es la pirámide dedicada al dios Kukulcán -serpiente emplumada- asentada en una plancha de 55 metros y una altura de 24 metros.

Recientemente científicos divulgaron http://sipse.com/milenio/yucatan-descubrimiento-piramide-interior-castillo-kukulcan-chichen-itza-230818.htmlel descubrimiento de una segunda subestructura al interior de la pirámide, y en 2015 se reveló que fue edificada sobre un cuerpo de agua.

Ambas conclusiones han abierto la posibilidad de profundizar sobre el periodo en el que vivieron los llamados Mayas "puros" y su desaparición, cuestión que en parte sigue siendo un misterio para los investigadores. 

'Pirámides' dentro de 'pirámides'

En los años 30 se encontró una primera subestructura dentro de la pirámide. Este dato planteó el interés, por parte de los arqueólogos, de saber si dentro de la pirámide, también conocida como El Castillo, existían más estructuras.

Así, el pasado 16 de noviembre, un grupo de especialistas de la UNAM y del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó la existencia de una segunda subestructura, gracias a una tomografía eléctrica tridimensional.

La investigadora del INAH, Denisse Lorenia Argote Espino, detalló que el "hecho de vislumbrar la presencia de está estructura nos estaría hablando de un asentamiento muy original, por decirlo así, de mayas puros".

Detalló que "en el caso de los Mayas puros, estamos hablando de un grupo social originario de la Península de Yucatán sin influencias externas". Esto significa que no tuvieron la influencia de las poblaciones del centro de México".

Por su parte, el investigador del Instituto de Geofísica de la UNAM, René Chavez Segura, explicó que este descubrimiento realizado a través de la tomografía eléctrica tridimensional, "es como las muñequitas matrioskas (rusas) de la grandota sacamos otra y otra y otra".

Misterios debajo de la tierra

El porqué de esta forma de construir, señala la investigadora Argote Espino, es que las culturas antiguas no destruían sus estructuras, sino que construían sobre ellas, porque son sitios sagrados.

Estos eran considerados "ejes cósmicos; son lugares en lo que los gobernantes o los sacerdotes estaban en contacto con los otros planos espirituales, por lo tanto no pueden ser simplemte destruidos".

Esta forma de construcción daría indicios de estructuras y ciudades "enterradas" mayas debajo de las que se encuentran en la superficie. De comprobarse y profundizar en lo anterior, los investigadores podrían obtener mucha más información sobre las etapas menos exploradas de la cultura maya. 

  • Kukulkán es una pirámide de cuatro lados, cada uno tiene 91 escalones y uno que conduce a su templo superior con un total de 365 escalones, igual al número de días que tiene un año.
  • En la base de su escalinata principal se asientan dos cabezas con la figura de la serpiente emplumada que es la representación gráfica del Dios Kukulkán.
  • Durante los atardeceres equinocciales los rayos de luz penetran por la esquina norponiente de la fachada formando siete triángulos isósceles de luz en la escalera, lo que simula a través de las horas, el movimiento del cuerpo de una serpiente que remata en una de las cabezas de la escalinata.
  • La Pirámide de Kukulkán fue votada de manera informal, como una de las nuevas siete maravillas del mundo moderno, con el reconocimiento de millones de votantes alrededor del mundo y con muchos secretos aún por descubrir.

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